IESE Business School, con más de 56 nacionalidades en sus aulas, ha reforzado recientemente su presencia en Madrid con la construcción de un nuevo edificio, en el que se van a invertir 52 millones de euros, y el lanzamiento de un nuevo programa, el Master in Management (MiM), dirigido a recién graduados y jóvenes profesionales. ¿Cómo han sido estos casi tres años dirigiendo el IESE? Yo ya llevaba en el IESE desde el año 2002, por lo que ya conocía un poco la institución como profesor, en primer lugar, y luego ya estuve en el Consejo de Dirección desde el año 2009, por lo que llevaba siete años en él, en dos posiciones anteriores, una como secretario general, un poco más corporativo y, más tarde, como responsable de los MBA, es decir, buena parte del negocio de la actividad a la que nos dedicamos. En primer lugar, ha sido bonito, porque de hecho una de las cosas que uno ve como director general es la multitud de personas en todo el mundo que de algún modo está en contacto o bien como antiguos alumnos que han estado en los programas y, por lo tanto, les interesa saber cómo va la escuela en la que han estudiado, les gusta encontrarse con personas de las escuela y especialmente con el director general, que no deja de representar un poco el conjunto en este sentido positivo. Además, se ve que una institución educativa llega a muchos sitios, también a nivel internacional, no solo en España, sino en otros países y continentes donde tenemos antiguos alumnos y esto es realmente bonito. Lo que es nuevo para una persona, como era mi caso, son las relaciones con los empresarios, que solo tienes en esta posición. ¿Cuál es la estrategia a corto plazo de la escuela? El IESE ahora es una escuela que tiene unas ideas de dirección de empresas, de educación en dirección de empresas bastante constantes y se trata de reinterpretar esas ideas en un contexto. Se cumplen 60 años y llevamos todo este tiempo formando a directivos de distintos niveles. A corto plazo, mirando qué pasa en los siguientes años, queremos apostar por alguna actuación nueva, porque se ha creado un mercado en el que antes no estábamos, como es el caso del Master in Management, que es un programa de máster para gente muy joven que acaba la carrera en cualquier disciplina y luego quiere formarse en empresariales antes de empezar a trabajar. En relación a su marca, ¿cómo es posible que siempre aparezcan en los primeros puestos? ¿Qué les diferencia del resto de escuelas? Hay varios rankings que miden cosas distintas pero, en general, creo que tenemos la suerte de que nuestros antiguos alumnos cuando salen están contentos. Buena parte de los rankings están basados en cómo hablan, cómo ven su propia experiencia, etc. Conseguimos cambiar a mejor su vida, su capacidad de trabajo e, incluso, la perspectiva que tienen sobre lo que están haciendo y esto también está reflejado. Esto se hace intentando cuidar mucho la calidad de la formación, que se traduce en tener buenos profesores que se comprometan con los alumnos. También disponemos de un método de aprendizaje que favorece la cercanía, es decir, no estar en una clase esperando mientras una persona habla, sino ponerte en la situación de una decisión, estar hablando con otros participantes en un equipo elaborando una solución y luego compartirla, esto implica mucho más a las personas. ¿Cuál es el campus que tiene más estudiantes internacionales? ¿Y el que menos? En este momento, el que más es el de Barcelona porque ahí está el MBA a tiempo completo y tiene aproximadamente 60 países. El que menos, simplemente por tamaño, es el de Múnich, porque aún está en fase de crecimiento hasta que no lancemos en septiembre el Executive MBA.