Endesa ha anunciado la inversión de más de 1.000 millones de euros en renovables en los alrededores de las centrales térmicas de carbón de Andorra (Teruel) y Compostilla (León), que desmantelará en un plazo de cuatro a seis años. La eléctrica ha solicitado formalmente el cierre de las centrales porque no son tan rentables como para acometer las inversiones ambientales necesarias para cumplir la Directiva europea de Emisiones Industriales y operar a partir de junio de 2020. Junto con la solicitud de cierre a las Autoridades, la firma presidida por Borja Prado ha presentado, de forma voluntaria, unos Planes de Futuro para promover el desarrollo económico de las zonas en las que se enclavan las plantas, muy dependientes de su actividad. Los planes incluyen la inversión de unos 800 millones en el entorno de Andorra para construir centrales solares fotovoltaicas con una potencia de hasta 1.000 MW, y otros 240 millones para otros 300 MW, de la misma tecnología solar, cerca de donde ahora se levanta Compostilla. Estas instalaciones verdes, según indican fuentes de la empresa, aprovecharán la capacidad de conexión a las redes eléctricas que dejará la desaparición de las dos térmicas -Andorra tiene 1.101 MW y Compostilla 1.052 MW-, y su construcción está prácticamente asegurada; solo depende del cumplimiento de los procedimientos establecidos por la normativa. Se ejecutarán con independencia de los sistemas de fomento que pueda establecer el Gobierno para alcanzar los objetivos de penetración de energía limpia de 2030. Actividad económica Gracias a los nuevos proyectos, los municipios de los alrededores obtendrán ingresos por impuestos y tasas, además del pago de los alquileres a los propietarios. Endesa, por otro lado, se compromete a mantener el empleo directo de los trabajadores de las dos centrales -166 en Compostilla y 153 en Andorra-, y de dar prioridad a las empresas auxiliares en los trabajos de desmantelamiento de las plantas térmicas y los de construcción de las nuevas instalaciones fotovoltaicas. Además, abrirá un proceso para recibir proyectos empresariales y de creación de empleo en los terrenos del emplazamiento de las centrales o en los aledaños. La evaluación de estas iniciativas corresponderá a un comité independiente en el que serán relevantes los representantes locales.