Traspasará 1.273 perfumerías y clausurará todos los supermercados que no sean rentablesLa deuda de la compañía al cierre de septiembre ha subido un 25%, hasta 1.422 millones de eurosDia empieza a tomar medidas para superar la profunda crisis financiera en la que se encuentra inmersa. Tal y como adelantó elEconomista el pasado 17 de octubre, el nuevo consejero delegado de la compañía, Antonio Coto, confirmó ayer en una conferencia con analistas que el grupo ha decidido poner en revisión todos sus negocios no estratégicos, lo que supondrá un duro plan de ajuste, en una empresa que suma en conjunto una plantilla de cerca de 43.000 empleados. El primer paso será acometer un plan de cierres en España de todas aquellas tiendas que no sean rentables, vendiendo asimismo Clarel, la cadena de perfumerías, que suma actualmente 1.273 locales. Todo ello además del traspaso también de la cadena de almacenes para mayoristas Max Descuento, con un total de 35 tiendas en toda España, y que lleva en venta ya desde el pasado verano. Son medidas con las que en conjunto y, según las fuentes consultadas, podría desprenderse de hasta el 20 por ciento de toda su red, que se eleva actualmente a 7.390 locales entre España, Portugal, Brasil y Argentina. Coto pretende centrar su estrategia de crecimiento de este modo en los formatos La Plaza y las nuevas tiendas Dia & Go, con un horario de apertura más amplio que el resto. El origen de la marca La cadena Clarel se lanzó hace seis años tras la adquisición del negocio en la Península Ibérica del gigante alemán Schlecker. La marca alcanzó el año pasado en la Península Ibérica una facturación bruta de 358 millones de euros, lo que supone un 2,6 por ciento más que el año anterior, pero su evolución no está siendo la esperada. Dia admitió ya hace meses que los resultados de 2017 se vieron afectados por la gran inestabilidad que hubo a finales del año pasado en Cataluña, donde se concentra más de la mitad de toda la red de la cadena, con un total de 650 tiendas. Clarel está especializado en la venta de perfumería, higiene personal y droguería, pero el nuevo propietario del gigante de los supermercados, el magnate ruso Mikhail Fridman, que controla un 29 por ciento del capital y se ha hecho con el control de la gestión, considera, al igual que ocurre con Max Descuento, que no es estratégico. El principal objetivo que persigue Dia con esta venta es la de reducir su alto nivel de deuda, al que ha llegado precisamente tras las últimas adquisiciones, como la cadena El Árbol, Schlecker y un paquete de 144 tiendas de Eroski, lo que le ha llevado a crecer muy rápido en muy poco tiempo. De acuerdo con la presentación que la empresa remitió ayer a la CNMV, su endeudamiento neto ha pasado de 1.141 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año pasado a un total de 1.422 millones a 30 de septiembre de este ejercicio. Eso significa que la deuda ha subido casi un 25 por ciento. Y el problema de fondo es que las agencias de calificación de rating, como Moody's o Standard & Poor's (S&P), han dado ya una nota de bono basura a la deuda del grupo, debido a la falta de liquidez y su incapacidad para hacer frente a los próximos vencimientos (ver información posterior). En esa misma presentación, la cadena ha ocultado las cifras de beneficio hasta septiembre, alegando que está haciendo un "test de deterioro" de sus activos. Lo que sí ha confirmado es que sus ventas han caído un 14 por ciento, hasta los 5.490,5 millones. El mercado estaba esperando desde hace días que la empresa que dirige Antonio Coto anunciara un agresivo plan de desinversiones, teniendo en cuenta que hasta ahora tan solo se había puesto a la venta la cadena Max Descuento, de un tamaño muy inferior al de Clarel. Lo que falta por decidir ahora es el número de tiendas que finalmente se tengan que cerrar en España, a falta de que concluya la revisión del negocio, y después de que KPMG advirtiera ya en su último informe de auditoría que el valor del inmobilizado registrado en el balance podría no corresponderse con el valor recuperable real, teniendo en cuenta que había tiendas que estaban sufriendo un deterioro financiero. Dudas sin resolver Dia calificó 2019 como "un año de transición", en el que la inversión (capex) se contendrá por debajo de los 200 millones de euros, cuando para 2018 el objetivo se sitúa en los 350 millones, un 75 por ciento por encima. De cara al periodo 2020-2023 la compañía espera que vuelva el crecimiento. Habló de "medio dígito simple" en la evolución de las ventas, con lo que se presupone que se sitúe en el entorno del 5 por ciento, con el consecuente aumento de la inversión. Ahora bien, las respuestas dadas ayer por Dia fueron insuficientes para el mercado, en vista de la caída del 13,64 por ciento que volvió a sufrir en bolsa, hasta los 69 céntimos, y eso que la sesión arrancó subiendo. Todo apunta a que Dia presentará su plan estratégico, del que ayer dio algunas pinceladas, para calmar al mercado, el próximo 15 de enero, casi un mes antes de que dé a conocer sus resultados anuales. De lo que Antonio Coto dejó intuir durante la conferencia con analistas es que hay dos supuestos que no se descartan: una ampliación de capital -se valora en cerca de 300 millones de euros, casi un 70 por ciento de la capitalización actual de la compañía (ver información posterior)- y que el dividendo, ya cancelado para el próximo año, no regrese tampoco durante los siguientes ejercicios. Si "hubiera algún cambio" en este planteamiento "será comunicado al mercado", afirmó el consejero delegado de la compañía.