Las hijas alegarán que los hermanos del expresidente aprobaron el repartoLa familia de Isidoro Álvarez, el expresidente de El Corte Inglés fallecido en 2014, irá a juicio el próximo 21 de marzo por su herencia. El juzgado de lo mercantil número 7 de Madrid ha decidido agrupar las demandas presentadas por sus hermanos, María Antonia y César Álvarez, contra sus hijas, Marta y Cristina Álvarez, por la reducción de capital de 140 millones de euros aprobada en septiembre de 2016 en la sociedad patrimonial Cartera de Valores Iasa, segundo accionista del grupo de distribución. María Antonia y César Álvarez han demandado a sus sobrinas porque consideran que está reducción ha permitido vaciar la sociedad antes del reparto de la herencia, algo que las hijas del expresidente niegan de forma rotunda. Fuentes jurídicas próximas a las hermanas Álvarez mantienen que "las operaciones de reducción de capital social de Iasa discutidas se realizaron por los albaceas (contadores partidores), que eran los administradores de la herencia de Isidoro Álvarez", insistiendo en que "esta reducción de capital era necesaria para entregar los legados de la manera establecida en el testamento y cumplir la voluntad del testador". Las operaciones, según argumentan las fuentes consultadas, se realizaron, por otra parte, con la colaboración expresa de todos los herederos y legatarios, incluidos César y María Antonia Álvarez. El despacho Garrigues asesoró en aquel momento a los albaceas en el reparto d ela herencia. Uría hizo lo propio entonces con los hermanos de Isidoro Álvarez y Dimas Gimeno, su sobrino y expresidente también del grupo, mientras que el despacho de Carlos Pazos asesoró a las hermanas Marta y Cristina Álvarez. Los herederos de Isidoro Álvarez controlan en conjunto el 22,18 por ciento de El Corte Inglés a través de Iasa, en la que Marta y Cristina Álvarez Guil tienen un 69 por ciento y Dimas Gimeno, destituido antes del verano, su madre, María Antonia, y su tío César Álvarez el otro 31 por ciento. El problema de fondo es que tanto Gimeno como su madre y su tío deben 100 millones de euros a la Comunidad de Madrid por la herencia y no tienen liquidez para afrontar el pago, lo que les obligó ya a pignorar las acciones en favor del Santander para poder refinanciar la deuda. Deudas pendientes Dimas Gimeno, que no participa en cualquier caso en la demanda presentada, debe, en concreto, alrededor de 40 millones a la Agencia Tributaria en concepto del Impuesto de Sucesiones por el 2,8 por ciento de El Corte Inglés que heredó de su tío, Isidoro Álvarez, y que está valorado en 280 millones. María Antonia y César Álvarez, que controlan otro 4,2 por ciento del capital de la empresa cada uno, también a través de Iasa, tienen que pagar cerca de 60 millones entre los dos por el mismo concepto. Su problema es que no pueden vender sus acciones, porque están agrupadas en la patrimonial.