La fusión tecnológica con Popular se hará de forma gradual entre noviembre y junioEl consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, aseguró ayer que se muestra muy optimista sobre el crecimiento económico en Brasil, independientemente del futuro político del país. A su juicio, cualquier escenario para Brasil es de impulso para la economía después de haber superado cuatro años de recesión. El mercado carioca es de vital importancia para el grupo cántabro, que apoya el 26 por ciento de su volumen de negocio en Brasil. Respecto a la clara victoria del candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Álvarez destacó que la respuesta de los mercados fue extraordinariamente positiva y añadió que la persona escogida como futuro responsable económico (Paulo Guedes) está "bien valorada". Precisamente, el periódico brasileño Folha de São Paulo señaló ayer que el futurible candidato a presidir Brasil estudia colocar al frente del banco central del país al responsable de Mercados Globales de Santander en Brasil, Roberto Campos Neto. Por otro lado, el consejero delegado explicó ayer, durante el encuentro financiero organizado por Expansión y KPMG, el calendario de la fusión entre Santander y Popular. Álvarez destacó que este fin de semana se realizará la integración tecnológica en el negocio del Popular en Portugal. No obstante, en España, esta unificación de los sistemas comenzará en noviembre y se hará de forma gradual para evitar riesgos. "No se hará en una noche, comenzaremos con dos sucursales en noviembre, después con 17 y luego con un número superior hasta llegar a junio", explicó. Proceso escalonado Además, el consejero delegado descartó que esta integración sea delicada para los clientes puesto que no se cambiará ni los número de cuenta ni los de tarjeta. "Lo único que van a notar en Portugal este sábado es que no van a tener acceso a internet, pero sí a los cajeros", destacó. La unión tecnológica conllevará un ajuste en oficinas y plantilla que comenzará a negociarse el próximo mes de marzo con los representantes de los trabajadores. Álvarez ha asegurado que aún desconocen el número de sucursales al que afectará y que dependerá del volumen de trabajo que observen una vez se realice la integración. Respecto a la normativa PSD2 que obliga a los bancos a compartir los datos de los clientes con terceros siempre que el usuario dé permiso, señaló que la regulación es asimétrica ya que no permite a las entidades utilizar datos de terceros. No obstante, Álvarez destacó que es un avance que el cliente sea el propietario de sus datos y pueda decidir qué hacer con ellos.