La Directiva también afecta a Amazon y HBO, así como a los canales tradicionalesEn una conversación reciente, el fundador y jefe ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, destilaba para este corresponsal la fórmula del éxito de su producción española La Casa de Papel. "El rol de los buenos y los malos se difumina", decía. Ayer, el Parlamento Europeo dio su visto bueno para forzar a Netflix y otras plataformas como Amazon, pero también a los canales tradicionales (Movistar+, entre ellos), a que al menos un 30 por ciento del contenido que emitan sea producción europea. Pero como sucede en la serie española, la más exitosa en lengua no inglesa de las ofrecidas por Netflix, no está tan claro quiénes son los que están en la mira con la propuesta de Directiva. Porque Netflix, el gigante audiovisual que ha revolucionado la industria con 13.000 millones de dólares (11.260 millones de euros) de contenido original este año, ya superaría este porcentaje según algunas fuentes del sector. En cambio, los eurodiputados parece que también han tirado del guión de La Casa de Papel para empezar a ver sospechosos entre los suyos. La elección de los dos ponentes para la posición de la Eurocámara, las alemanas Sabine Verheyen (PPE) y la socialista Petra Kammerevert, representantes a nómina del ente público alemán Westdeutsche Rundfunk Köln en el pasado, no cayó bien entre algunos eurodiputados. Al final, la Directiva superó ayer el voto en el pleno con un total de 452 votos a favor y 132 en contra. Sin embargo, éste no es el final del proceso legislativo, ya que la Eurocámara tendrá que consensuar el texto final con los Estados miembros, una vez que el Consejo adopte también su posición. Una vez que haya un acuerdo final, los Estados miembros tendrán 21 meses para transponerla a sus respectivas normativas nacionales. Las principales críticas a la nueva Directiva llegaron sobre todo de socios de los países nórdicos y bálticos, quienes describieron la iniciativa como "proteccionista" e "inaplicable". La ponente Verheyen elogió otro aspecto de la Directiva: la responsabilidad de las plataformas y canales para tratar con rapidez y eficacia las quejas que haya sobre contenido que incite a la violencia o el terrorismo, o la pornografía gratuita. "Será posible para los adultos aplicar filtros en el contenido que ven sus hijos y tener programas de verificación de la edad para contenidos que puedan ser dañinos", resaltó la política alemana. Límites a la publicidad La propuesta de Directiva que sale de la Eurocámara también limita a un máximo de un 20 por ciento la publicidad que se puede emitir entre las 6 de la mañana y las 6 de la tarde. Una restricción que, para el eurodiputado griego de la iz-quierda Nikolaos Chountis, no va demasiado lejos. "Mucho más se necesita" para limitar la publicidad o la teletienda, advirtió.