Incluiría centrales de gas e hidroeléctricas por más de 1.000 millones de eurosIberdrola está negociando con Drax Group la venta de activos de generación eléctrica en Reino Unido, según ha confirmado la empresa británica en una comunicación a la Bolsa londinense. La negociación afecta a instalaciones hidroeléctricas convencionales y de bombeo, así como a plantas de gas, y podría superar con facilidad los 1.000 millones de euros. Iberdrola tiene en marcha un plan de rotación de activos valorado en 3.000 millones entre 2018 y 2022. Hasta el momento se sabía que la firma tenía puesto el cartel de venta a sus 19 centrales de cogeneración en España y a la planta solar termoeléctrica de Puertollano. Las instalaciones de cogeneración suman 368 MW y la prensa viene barajando un precio de venta de unos 200 millones. En el caso de la central termosolar, de 50 MW, los precios de operaciones similares han arrojado una horquilla de 100 a 150 millones. Cuatro ciclos de gas El pasado mayo elEconomista informó de que la firma presidida por Ignacio Sánchez Galán había puesto a la venta los ciclos combinados de gas de Scottish Power, su filial en el Reino Unido. Se trata de cuatro plantas con unos 2.000 MW conjuntamente: Damhead Creak (793 MW), Rye House (715 MW), Shoreham (420 MW) y Blackburn Mill (60 MW). Pero ahora Drax indica que también tiene sobre la mesa activos hidráulicos convencionales y de bombeo, es decir, la planta hidroeléctrica reversible de Cruachan, con 440 MW, y los saltos de Galloway y Lanark, con 109 MW y 17 MW respectivamente. Considerando también estos activos, el monto de la negociación puede superar largamente los 1.000 millones de euros. Iberdrola, consultada por elEconomista, ha declinado hacer cualquier comentario. Drax, al informar al mercado bursátil, aclara que las negociaciones están en una fase preliminar y que no puede haber "certeza de ningún acuerdo, calendarios o términos de dicho acuerdo". Según informó The Telegraph el sábado, Drax tiene interés en adquirir activos de las grandes eléctricas británicas para diversificarse y depender menos de las ayudas públicas a la biomasa y al carbón, ya que se reducirán drásticamente a mediados de la próxima década. Drax opera una gigantesca central de 3.900 MW y ya ha reconvertido cuatro de sus originalmente seis grupos de carbón para que generen con biomasa. Quiere abandonar totalmente la quema de mineral a mediados de la próxima década.