Ofrecerán transporte gratuito desde la diez de la mañana a las diez de la nocheLa aprobación el próximo viernes del Real Decreto para limitar la actividad de las VTC en España ha puesto en pie de guerra al sector. A la espera de que se concrete el próximo martes una jornada de huelga por parte de los conductores de Uber y Cabify, que están organizando también manifestaciones a través de las redes sociales, las dos plataformas han convocado un paro a la japonesa al día siguiente, el miércoles. Ambas ofrecerán transporte gratuito desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, "para dar a conocer la experiencia de cada uno de los 15.000 conductores que en los próximos días pueden ver comprometidos su puesto de trabajo a causa del Real Decreto anunciado por el Gobierno de España". Es una movilización que respalda también la patronal de las VTC, Unauto, y que supone no solo una respuesta ante el Ministerio de Fomento, sino que implica además la primera vez que Uber y Cabify pasan al ataque frente al taxi. "La iniciativa es un paso más en la campaña 'En el futuro cabemos todos', la primera acción de Unauto destinada a dar a conocer la realidad de un sector que está cambiando y mejorando la manera en la que las personas se desplazan por las ciudades y que se ha convertido en una importante fuente de creación de empleo en el país", asegura Unauto, que insiste en que dos años las VTC podrían alcanzar los 25.000 empleos, además de "aportar 750 millones de euros anuales a la economía española". Fomento, sin embargo, está decidido a cumplir con la promesa hecha a los taxistas y dejar en manos de las comunidades autónomas la retirada de licencias de VTC sin pagar indemnizaciones, con lo que la batalla podría intensificarse en las próximas horas. Uniformes para el taxi Desde el lunes pasado, unos 1.200 taxistas de Madrid están llamados a salir cada día a trabajar vestidos con una camisa o polo azul celeste, un pantalón azul oscuro y zapatos y cinturón a juego. Y es que, el uniforme ha irrumpido en los taxis de la capital de España de la mano de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FTPM) con el objetivo "de incrementar la calidad del servicio que ofrecen a los ciudadanos" y competir así con Uber y Cabify, cuyos conductores van de traje negro de chaqueta y corbata. La Federación que preside Julio Sanz, y que forma parte de Antaxi, aprobó el pasado mes de junio "la uniformidad en la vestimenta de los taxistas" y, tras conseguir la aprobación del Ayuntamiento, los primeros en adaptarse han sido los conductores asociados a la emisora Tele Taxi, cuyo logo aparece en los polos. "La iniciativa ha partido de los propios profesionales y tiene como objetivo añadir un plus al servicio excelente que ya ofrecemos", explicó Sanz tras la presentación de los uniformes, que están abiertos que se les añada una corbata y una chaqueta. Pese a que ya se puede ver a los primeros taxistas uniformados recorriendo las calles de Madrid, es muy difícil que la moda se extienda a los más de 65.500 profesionales con licencia en vigor puesto que la cuestión de la vestimenta siempre ha sido un punto muy delicado en el gremio generando divisiones y casi tantas opiniones como taxistas hay. Así, mientras desde Antaxi se defiende la uniformidad, desde Fedetaxi, la otra asociación mayoritaria del sector, aboga por el "sentido común". Así, opta por recomendar a sus asociados que respeten el reglamento y que vayan vestidos con cierta elegancia y decoro pero con la ropa y los colores que ellos elijan. Por su parte, desde Elite Taxi no hay ninguna decisión tomada al respecto de la vestimenta ya que, según reconocen, "hay una gran división de opiniones". Así, están desde los que defienden que hay que llevar traje y los que aseguran que con un pantalón corto y chanclas se va bien vestido igual. No en vano, la propuesta de uniformar al gremio se presentó hace tiempo y solo obtuvo el respaldo de Antaxi y, de momento, lo llevan 1.200 de los 15.000 que hay en Madrid. Aunque es cierto que en Madrid hay taxistas que van a trabajar en bermudas y camiseta y que existen quejas sobre el aspecto de algunos conductores, lo cierto es que la imagen de los profesionales del taxi ha mejorado mucho en los últimos años y no es ni mucho menos un problema para el sector ni la causa de que pierdan clientes. Según el último Estudio del Servicio del Taxi elaborado por el Ayuntamiento de Manuela Carmena y publicado en abril de 2017, los aspectos más valorados por el usuario son "el trato e imagen del conductor" y "su conocimiento de la ciudad". Así, la imagen del taxista tiene casi un ocho sobre diez y el trato al cliente más de un ocho. Por su parte, el estudio recoge que el aspecto peor valorado es el precio de la carrera, que se considera excesivo, y la dificultad de conseguir taxis los fines de semana, que es cuando en Madrid sólo puede circular la mitad de la flota de más de 15.000 vehículos ya que la otra mitad está obligada a parar por los reglamentos municipales. Y es justo en estos puntos, donde la actual oferta de Uber y Cabify gana la batalla al taxi, más que en el aspecto de los conductores o el tipo del coche, teniendo siempre en cuenta que son aspectos muy valorados. Y es que, este tipo de vehículos no está obligado a parar ningún día de la semana, por lo que hay más disponibilidad de VTC los sábados y domingos, ni tienen límite de horas diarias de funcionamiento. A su vez, al tener unos costes más bajos (la licencia ronda los 50.000 euros en el mercado secundario y la licencias de taxi está por encima de los 150.000 euros) y menos regulación que cumplir ya que sus tarifas no están fijadas, tienen margen para ofrecer precios más ajustados, realizar ofertas e, incluso, dar precios cerrados. División La idea del uniforme surgió el año pasado, en un momento en el que las distintas federaciones de taxistas madrileños preparaban medidas para mejorar la competitividad del taxi en la capital y así poder hacer frente a Uber y Cabify. No en vano, el principal mercado de ambas aplicaciones es Madrid, que es donde se concentran casi el 50 por ciento de la licencias VTC que hay operativas en España. Por ejemplo, Fedetaxi presentó a la Comunidad de Madrid una batería de medidas que incluía el taxi compartido, la capacidad de ofrecer precios cerrados en la precontratación y la libre elección del día de la semana a librar, entre otras cosa, mientras que Antaxi abogaba por la aprobación de una subvención para poder bajar los precios cuando hubiera episodios de contaminación que llevaran a la cerrar el centro al tráfico privado. La Comunidad de Madrid estudió la propuesta de Fedetaxi y empezó el proceso para modificar la normativa, Pero la dimisión de Cristina Cifuentes por el caso del Máster, la división en el sector y los inminentes cambios desde el Gobierno Central han paralizado el proceso. Por su parte, desde élite taxi defendían acabar con las VTC, que se volviera al ratio 1/30 y regular su actividad, sin realizar grandes cambios en el modelo actual del taxi. El camino emprendido por Fomento va en esta línea aunque también ha apuntado alguna vez a la necesidad de digitalizar y mejorar el servicio del taxi.