El director de RSC y Sostenibilidad de L'Oréal España, Íñigo Larraya, cuenta con una amplia carrera profesional en el Grupo L'Oréal desde donde pretende cambiar la forma en que consumimos en España y demostrar que la sostenibilidad es una oportunidad de negocio a la vez que soluciona los problemas de nuestra sociedad. ¿Cuáles son los principales retos con los que se ha encontrado? El más importante para mí es cómo llevar la sostenibilidad al negocio, cómo introducirla en el business y que sea un motor de crecimiento a través de la innovación sostenible. El reto más importante es hacer que la propia sostenibilidad sea una oportunidad de negocio, una ventaja competitiva. ¿Por qué es tan importante para L'Oréal España tener éxito en sostenibilidad? Por el consumidor, está claro que cada vez es más consciente de los valores que hay detrás de lo que compra. Si hablamos de estudios como el de Nielsen, en 2014 el 45 por ciento de consumidores estaba dispuesto a pagar más por productos que tuvieran valores responsables detrás, en 2016 ese porcentaje era del 65 por ciento. Ya no hablamos de tendencias, es una nueva realidad. Por un lado, es una demanda de los consumidores y, por otro lado, para la empresa a nivel proactivo es una obligación moral y de responsabilidad ofrecer al consumidor final productos más responsables. ¿L'Oréal España fomenta la igualdad de género? No la fomentamos porque no es un tema para nosotros. L'Oréal ha sido distinguida en 2017 como Número Uno en igualdad de género en Equileap ranking global y destacada como la empresa más igualitaria del mundo entre más de 3.000 compañías en 23 países, basándose en 19 criterios de igualdad de género. En L'Oréal hay un 62 por ciento de mujeres en puestos directivos, más del 66 por ciento en España. Está en nuestra cultura empresarial. Según un 'ranking' de Adecco, L'Oréal es la empresa más deseada para trabajar del sector cosmético, ¿qué encuentran los empleados? Felicidad. Hay algo muy dinámico en la empresa, internamente se llama "caos organizado", libera la creatividad de las personas, los puestos no son muy cerrados. Se fomenta que los empleados piensen más allá de su posición, que propongan proyectos, creatividad. Que la innovación esté en el espíritu de la casa es algo que fomenta mucho que la gente quiera trabajar aquí. El 82 por ciento de sus productos lanzados o renovados en 2016 han mejorado su perfil social o medioambiental. ¿Cómo se realiza esto? Es una prioridad estratégica del grupo. Se analizan tres criterios medioambientales -la fórmula, el packaging y la producción-, y a nivel social, la salud y el bienestar de los consumidores, el impacto en la sociedad y la selección de los proveedores. Con ello, cuando se dice que el 82 por ciento ha mejorado su perfil, significa que cada lanzamiento tiene que mejorar su impacto. ¿Qué asunto concreto le inquieta y le queda por abordar? Podemos hacer muchísimo más en el reto de comunicar al consumidor final, que puedan tomar decisiones viendo todo lo que hay detrás de los productos. Hay muchas otras cosas que comunicar aparte de belleza e imagen. Es un reto a medio-largo plazo que la sostenibilidad esté en la toma de decisiones de cada pequeño departamento. De verdad, ese es el gran reto, realmente demostrar que la sostenibilidad es una oportunidad de negocio a la vez que soluciona los problemas de la sociedad.