El presidente de Castilla y León acusa a la multinacional de "no tener alma"La dirección de Vestas respondió ayer a la multitudinaria manifestación celebrada el jueves en León contra el cierre de la planta de Villadangos del Páramo con la presentación del ERE de extinción para los 362 empleos de la fábrica. La representación de los trabajadores se negó a recibir la documentación presentada por la compañía, al considerar que la convocatoria de la reunión especificaba que el encuentro sería previo al registro del expediente y en él la compañía iba a confirmar o no sus planes . La intención de la empresa era haber presentado este expediente de extinción de la totalidad de la plantilla el pasado lunes, aunque lo pospusieron al coincidir con un encuentro con la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, que no logró convencer a los directivos de la multinacional danesa. Además, los responsables de la compañía anunciaron ayer a los representantes de los trabajadores que por la tarde registrarían la documentación en la Oficina Territorial de Trabajo, algo que obligará a los sindicatos a sentarse a negociar el expediente de extinción de contratos. La compañía, que se ha mantenido firme en sus intenciones de deslocalización, pese a las presiones recibidas desde las administraciones nacional y autonómica, ofrece recolocar a los empleados en otras plantas del grupo localizadas en España o fuera de nuestro país. Mientras, el malestar por la forma de actuación sigue subiendo de temperatura. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, cargó en la noche del jueves contra la multinacional, una empresa «sin alma, ni corazón ni sensibilidad, que aprovechó recursos públicos y tiempos de bonanza» y ahora anuncia su cierre y deslocalización hacia otros mercados emergentes. «Ha aprovechado este tiempo para colonizarnos desde el punto de vista de sus intereses, recibiendo 13 ó 14 millones de euros en recursos públicos», criticó. En una entrevista concedida a «La Brújula», de Onda Cero, Herrera criticó que Vestas hubiese agotado el plazo legal «durante el cual, después de recibir subvenciones públicas, no puede moverse». Un tiempo que terminó en junio, hace solo tres meses. «La normativa ahora ya no permite reclamar los recursos públicoscon los que se apoyó su instalación en León y otros proyectos de innovación», lamentó. También, todos los grupos de las Cortes de Castilla y León respaldarán el pasado martes una declaración institucional en la que se expresabas el apoyo a los empleados de Vestas, el mantenimiento de los puestos de trabajo existentes y denuncia "la falta de responsabilidad social y la absoluta deslealtad de la multinacional Vestas".