Miles de personas secundaron ayer la manifestación convocada por los centrales sindicales UGT y CCOO para defender la continuidad de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo. Bajo la amenaza de que la multinacional danesa presente hoy definitivamente el temido Expediente de Regulación de Empleo, que afectará a 500 trabajos directos y 2.000 indirectos, los empleados recibieron el apoyo incondicional de los ciudadanos en su intento de hacer que la compañía de aerogeneradores se siente a negociar y dé marcha atrás en su intención de cerrar una factoría que ha sido considerada modélica.