Compra el 20% de Bell Carter, alcanza un acuerdo de suministro y elude el arancelSi no puedes con el enemigo, únete a él. Esa es el camino que acaba de seguir la firma andaluza Dcoop, la mayor cooperativa de aceite de España. La empresa ha anunciado un acuerdo para la compra de un 20 por ciento del capital de su competidora californiana Bell Carter Food, la firma que juntó a Musco Family Olive, impulsó el arancel del 34,75 por ciento a la aceituna de mesa española, aprobado por el Gobierno de Donald Trump el pasado julio y que ha entrado en vigor este mismo mes. Bell Carter es la mayor empresa del sector en Estados Unidos y el acuerdo permite a la cooperativa de Antequera (Málaga) dar un fuerte impulso a su negocio en éste país. El presidente de Dcoop, Antonio Luque, ha explicado en declaraciones a elEconomista que en paralelo además a la entrada en el capital, Dcoop ha cerrado un acuerdo de suministro mediante el cual se convierte en la proveedora en exclusiva de la compañía estadounidense en la Península Ibérica y el norte de África. Con ello, consigue sortear el arancel y seguir creciendo en el mercado norteamericano. "Nosotros enviaremos producto desde España pero el proceso de oxidación para la producción de la aceituna negra se realizará allí por lo que queda exento del pago de la tasa", dice Luque. Y todo ello, según dice, sin descartar que en el futuro la participación en Bell Carter Food pudiera aumentar incluso hasta el 50 por ciento. Dcoop tiene ya una fuerte presencia en el mercado norteamericano de aceite de oliva con la marca Pompeian, a través de una empresa conjunta con el grupo marroquí Devico. Luque asegura que "es un acuerdo que Bell Carter ha querido ahora replicar" e insiste, de hecho, en que en la misma línea, a corto plazo se podrían ir produciendo más operaciones corporativas similares, tanto en el sector de la aceituna de mesa como en el del aceite de oliva. Mientras Dcoop crece en Estados Unidos, otras empresas españolas están, sin embargo, sufriendo los efectos del arancel aprobado por Trump. Así, por ejemplo, Agrosevilla, el mayor exportador español de aceitunas de mesa, con 12 cooperativas y más de 4.000 agricultores asociados, ha anunciado ya varios planes de reestructuración de plantilla, que se eleva actualmente a 450 trabajadores. Tras prescindir de 50 empleados, su presidente, Gabriel Redondo, anunció en junio que la firma se iba obligada a hacer una nueva reestructuración. El sector no se ha quedado, sin embargo, parado, y según ha confirmado el secretario general la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora se ha abierto una batalla legal contra la decisión del Gobierno de Trump. "Durante este mes presentaremos las alegaciones, porque tenemos treinta días desde la publicación de las órdenes de imposición, algo que se produjo el 1 de agosto", explica De Mora. "Es un paso necesario que tenemos que dar para advertir de que vamos a recurrir este nuevo arancel", apostilla. El sector confía en que, en paralelo, las autoridades europeas impulsen un recurso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), aunque por ahora sólo cuentan con una confirmación verbal.