Manuel Reigosa ha sido elegido el pasado 23 de abril con más de 2.480 votos con un respaldo mayoritatorio de los estudiantes. Además, ha sido el aspirante más votado tanto por los docentes como por el personal de administración y servicios. Bajo el lema de A universidade das persoas, este catedrático ha basado su programa en la necesidad de invertir más en los protagonistas de la institución. ¿Cuáles son los pilares fundamentales de su programa para los próximos cuatro años? Queremos darles el protagonismo que se merecen a aquellos órganos como el claustro o los consellos de campus; negociar con la representación sindical una nueva relación de puestos de trabajo y contar con una oferta de empleo que sea adecuada para las necesidades de la institución. Programar la universidad del futuro, especialmente en cuanto a los cuadros de personal docente e investigador, que ahora mismo están bajo mínimos y con un envejecimiento de la plantilla bastante notable. Es importante atraer talento joven que nos permita volver a relanzar el impulso inicial que tuvo la Universidad de Vigo que nos llevó a estar entre las 500 mejores universidades del mundo. En relación a las medidas de los colectivos más representativos como estudiantes, PDI, PAS, ¿destacaría alguna en concreto que va a suponer una novedad? Yo creo que en todos los casos nuestra línea es siempre la misma. En el PDI, apostamos por dar una oportunidad de promoción a los distintos colectivos de profesores asociados, hasta profesores titulares que están acreditados y que llevan tiempo esperando por una promoción efectiva. En el caso del PAS, ya hemos hablado de organizar de una manera mucho más racional todo el trabajo que tienen. En cuanto a los estudiantes, hemos apostado en apoyarles para que participen en los órganos de Gobierno, pero también en las delegaciones de estudiantes, del recién creado Consello do Estudiantado y también vamos a apoyar mucho el trabajo que se hace de asociacionismo, que consideramos que hasta ahora ha tenido un apoyo bastante flojo de la universidad y creemos que son una excelente embajada para nosotros. ¿Qué opinión le sugiere que pueda llegar a implantarse el sistema 3+2? Yo siempre he pensado que el sistema español comete un error en el 4+1. Es cierto que hay muchas razones por las que se cometió ese error pero no tiene ninguna lógica que busquemos un sistema a través del cual los estudiantes se puedan mover libremente de un país a otro y que haya mucha más compatibilidad de estudios, pero que estemos rodeados por países que tengan esquemas de 3+2 y nosotros sigamos con un 4+1. Es decir, un estudiante que acabe aquí su grado y que quiera hacer un máster en Francia, en Portugal, en Italia, se va a encontrar que los másteres son de dos años y esto lo ha hecho bastante incompatible. Creo que también tenemos que hacer un esfuerzo algo mayor a nivel del país para que más estudiantes cuando terminen su grado, continúen estudios de posgrado y másteres. En este sentido, nosotros ya hemos apostado por levantar la bandera de que el coste efectivo del máster sea semejante al del grado porque entendemos que hay que incentivar que los estudiantes españoles continúen su formación hasta el final. ¿Tiene pensado tomar alguna medida para reducir la brecha de género en las carreras científicas? En nuestro caso, llevamos una serie de medidas que tienen que ver con trabajo en enseñanzas medias en las que presentamos las tecnologías. Es obvio que hay mucho que hacer y lo tenemos que hacer entre todos. Además contamos con muchas medidas de igualdad y esperamos ser una universidad puntera en este campo.