La crisis turca profundizó ayer el desplome en bolsa de BBVA, la entidad europea más expuesta a este mercado. El banco español cerró la sesión con una caída de algo más de un 3 por ciento, lo que dejó la cotización de sus acciones en los 5,45 euros, un nivel que no ha visto en casi dos años. Con este descenso, BBVA se convierte en una de los grupos financieros más castigados este verano y a lo largo del ejercicio. Desde enero, el valor de lo títulos del banco que preside Francisco González se ha desmoronado más de un 23 por ciento. La incertidumbre sobre Turquía y el efecto que pudiera tener en sus cuentas su franquicia otomana está pesando con fuerza en su evolución en bolsa. Los inversores tiene en cuenta en su reacción el peso que tiene esta filial sobre el grupo. Representa casi el 18 por ciento de los ingresos totales que obtiene y el 11 por ciento de los beneficios. La aventura turca es un proyecto personal de González, que cambió este país por China en 2010, cuando comenzó a plantearse la retirada del gigante asiático. Desde entonces, ha desembolsado 7.000 millones para hacerse con el control de Garanti, la tercer mayor entidad del país. Con esta inyección el banco español controla cerca del 50 por ciento de su capital. En la actualidad, tras los descensos en bolsa de Garanti y el hundimiento de la lira -que siguió en la jornada de ayer a la baja a pesar de las medidas anunciadas por el Banco Central de Turquía- la participación que tiene BBVA en Garanti apenas vale 1.500 millones. Es decir, registra minusvalías de más del 75 por ciento. Una parte de ellas ha sido contabilizada, ya que a finales de 2014 deterioró significativamente acciones representativas de un 25 por ciento con la consiguiente pérdida de 1.800 millones. El descenso de los títulos, desde que desembarcó el grupo español, eleva a 5.261 millones las minusvalías latentes. Eso sí, hay que tener en cuenta que desde entonces, el banco se ha ido anotando ganancias en su cuenta de resultados bien de manera global o por el método de participación cuando aún no disponía del control. Asimismo, en este periodo ha ido recibiendo dividendos, con lo que las pérdidas serían inferiores a las de la pura caída bursátil. BBVA, a pesar de la situación actual y las advertencias de los analistas en los meses anteriores, mantiene su apuesta clara por el país. Prevé una solución de los problemas al menos a medio plazo.