Redujo, en cambio, la previsión sobre créditos y morosidad para este añoBBVA mantiene su plena confianza en Turquía. A pesar de la crisis que padece la economía y el sector financiero, el grupo español ha decidido elevar sus expectativas para este año sobre su filial en el país, Garanti. El banco que preside Francisco González aumentó a finales de julio, cuando el desplome de la lira ya era evidente y días antes de que los inversores lanzaran la última voz de alarma, los objetivos de rentabilidad de la franquicia, de la que tiene el control con casi el 50 por ciento del capital. En concreto, espera que Garanti obtenga un rendimiento sobre el capital de al menos el 17 por ciento, medio punto porcentual por encima de su previsión incial. La cifra, aún así, está por debajo del 18,1 por ciento obtenido en el primer semestre. De mantenerse la espiral de inestabilidad en Turquía ,BBVA podría tener que revisar estos objetivos, ya que en la actualización de su plan para el presente ejercicio sí ha tenido en cuenta los problemas por los que atraviesa el mercado de Oriente Medio. Garanti ha empeorado sus estimaciones de aumento de la actividad crediticia como consecuencia del enfriamiento del PIB levemente, de la horquilla de entre un 14 y un 15 por ciento a un tasa inferior del 14 por ciento. Más acusado es el ajuste llevado a cabo por el grupo en la tasa de morosidad, ya que ésta podría deteriorarse hasta el 4,5 por ciento frente al 3 por ciento calculado en sus anteriores previsiones para 2018, que datan de finales del ejercicio pasado. En junio, el ratio de préstamos impagados ascendió al 3,37 por ciento. De hecho, una de las consecuencias más relevantes sobre la situación actual es el incremento de las provisiones para cubrir insolvencias debido a las dificultades por las que atraviesan determinadas empresas, cuyo coste de financiación está referenciado en dólares. Las dificultades monetarias y financeras, asimismo, han obligado al banco a disminuir su optimismo en el coste de su propia financiación. Sin tener en cuenta la depreciación de la moneda, esta factura ascenderá a lo largo del ejercicio un 33 por ciento, hasta los 150 puntos básicos. Devaluación BBVA, pese a la mejora de la rentabilidad, sí se verá afectado a priori en su cuenta de resultados al trasladar la contribución de la filial en euros. Desde principios de año, la divisa turca se ha hundido frente al billete comunitario un 38 por ciento. El grupo, además, podría tener que efectuar un repreciación por su participación, aunque en este caso cuenta con coberturas para la mayor parte de esta devaluación. El banco español limita a dos puntos básicos el impacto por cada descenso del 10 por ciento de la lira frente al euro. Por ahora, BBVA mantiene su apuesta por Turquía a medio y largo plazo y confía en que el Banco Central del país y el Gobierno de Erdogan adopten las medidas necesarias para taponar la crisis de desconfianza, que está amenazando su estabilidad y ha alarmado al BCE. El organismo supervisor vigila de cerca las consecuencias sobre la entidad y sobre BNP Y Unicredit, también presentes en el país otomano. Turquía aporta a BBVA el 18 por ciento de los ingresos y más del 11 por ciento del beneficio.