Cuando la divisa perdía casi un 6% con el dólar, los aranceles de EEUU la hicieron caer un 20%En un golpe de efecto que agravó aún más la difícil situación que está atravesando Turquía, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, echó mano de Twitter el viernes para informar que su Administración contaba con su beneplácito para duplicar los aranceles al acero y al aluminio turcos. De esta forma, el inquilino de la Casa Blanca aumentó la presión diplomática con Ankara. "Acabo de autorizar la duplicación de los aranceles al acero y aluminio con respecto a Turquía a medida que su divisa, la lira turca, cede rápidamente contra nuestro fuerte dólar. El aluminio tendrá ahora un 20 por ciento y el acero un 50 por ciento. Las relaciones con Turquía no son buenas en estos momentos", aseguró el presidente republicano. El comunicado del presidente estadounidense fue una noticia de gravedad para la lira: la divisa turca caía un 5,6 por ciento aproximadamente al mediodía, hora española, un descenso que se aceleró tras conocerse la decisión de Donald Trump, y la lira llegó a perder más de un 11 por ciento durante la jornada, hasta el entorno de los 0,16 dólares. Sin embargo, parece que lo que peor sentó a los inversores durante el día fue el discurso de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, quien pareció decir todo lo que el mercado no quería escuchar: los inversores se lanzaron a vender liras, haciendo que esta marcase nuevos mínimos históricos en los 0,146 dólares por lira, con una caída diaria de casi el 19 por ciento, el mayor desplome que se veía en una jornada de mercado en toda la historia de la divisa. Posteriormente el cruce se estabilizó en el entorno de los 0,155 dólares, con una caída diaria cercana al 14 por ciento durante el día, y dejando el balance anual en una cesión del 41,3 por ciento frente al dólar. En su cruce con el euro, la lira ya pierde un 38,1 por ciento en lo que va de año. Difícilmente podría haber elegido Erdogan un peor discurso para encarar la situación que sufría ayer el país; desde WisdomTree consideran que "el discurso del presidente Erdogan no tenía ningún tipo de compromiso con los mercados internacionales y reflejaba un sentimiento de desafío y nacionalismo, ya que mostraba su determinación a no plegarse a los intereses de los lobbies del tipo de cambio". Comunicado de la Casa Blanca Tras su incendario tuit, que fomentó aún más el descalabro de la divisa turca, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que confirmó que se estaban preparando los documentos requeridos para elevar los gravámenes a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Turquía. En el mismo, se incidió que bajo la Sección 232 de la Ley de Comercio, los aranceles se imponen particularmente sobre países cuyas exportaciones suponen una amenaza para la seguridad nacional, "independientemente de las negociaciones comerciales o cualquier otro asunto". Estados Unidos contó con un superávit comercial de bienes y servicios con Turquía por valor de 2.500 millones de dólares en 2016, según los datos más actualizados de la Oficina Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés). Esta decisión llegó después de que a última hora del jueves, Erdogan plantase cara a Washington asegurando que no cedería a la presión estadounidense. "Hay varias campañas en curso", señaló. "No olvidéis, si ellos tienen sus dólares, nosotros tenemos a nuestra gente, nuestro Dios. Estamos trabajando duro. Mirad dónde estábamos hace 16 años y dónde estamos ahora", dijo a sus seguidores. El pulso diplomático se recrudece después de que una delegación turca regresase de Washington sin haber logrado progreso alguno para liberar al pastor estadounidense Andrew Brunson, encarcelado durante casi dos años en Turquía acusado de terrorismo relacionado con el frustrado golpe de Estado en julio de 2016. El mes pasado, Trump ya amenazó con imponer "grandes sanciones" al antiguo aliado de la OTAN si se negaba a liberar a Brunson. Su gobierno anunció el primer día de agosto sanciones a los ministros de Justicia e Interior de Turquía, que prohíben a los ciudadanos estadounidenses hacer negocios con ellos y bloquean los bienes que estos dirigentes turcos puedan tener dentro del ámbito estadounidense.