En los últimos tres ejercicios el sector de las semillas y los pesticidas ha vivido una gran concentración. De hecho, en la actualidad solo tres empresas controlan el 60 por ciento de la producción mundial siendo DowDuPont la opción favorita del consenso de mercadoEn poco más de 30 años en el mundo habrá 2.100 millones de personas más si se cumplen las estimaciones de la ONU. Esto implica que haya que producir muchos más alimentos que ahora pero con una tierra cultivable que cada vez va a menos. En este escenario, las semillas son cruciales ya que constituyen la fuente de alimentos más importante del mundo. Según la FAO, "para alimentar a otros 2.000 millones de personas en 2050, la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 50 por ciento a nivel mundial". Por ello, quien controle las semillas tendrá una parte muy importante de la alimentación del mundo en sus manos, con lo que eso significa. Este escenario no ha pasado desapercibido para las empresas, que en los últimos tres años han vivido un proceso muy importante de concentración. La última muestra de ello fue la culminación de la compra de Monsanto por parte de Bayer a principios de junio. Esta unión se suma a las ya realizadas por ChemChina y Syngenta y por Dow Chemical y DuPont el año pasado. El resultado de estos movimientos es que, según datos de Bloomberg, estas tres empresas controlan más del 60 por ciento de la producción mundial de semillas y pesticidas, con todo lo que eso conlleva. Por un lado, esta concentración sería perjudicial para agricultores y consumidores. Para Roger Johnson, presidente de la Unión Nacional de Agricultores de Estados Unidos (NFU, por sus siglas en inglés), "la adquisición de Monsanto por parte de Bayer culmina la última y más inquietante ronda de consolidación. Tres gigantes dominan ahora el mercado, lo que aumenta los costes para los agricultores y limita su elección de productos". Sin embargo, lo que es malo para algunos es bueno para otros y estas compañías son más que conscientes de la rentabilidad que supone ser de las pocas que "dan de comer al mundo". De hecho, tanto Bayer como DowDuPont cuentan con recomendación de compra por parte del consenso de mercado (ChemChina no cotiza). Además, si se cumplen las previsiones entre 2018 y 2020 mejorarían su beneficio un 56 y 30 por ciento, respectivamente. DowDuPont es la opción favorita del mercado. No solo se espera un crecimiento en sus ganancias, sino también en su recorrido en bolsa. Así, los analistas creen que de cara a los próximos meses podría ganar más de un 17 por ciento. Asimismo, se valora muy positivamente las sinergias del nuevo grupo. "El plan estratégico de DowDuPont consiste en mejorar el enfoque empresarial, el potencial de crecimiento y la valoración, dividiéndose en tres unidades separadas en 2019: una de agro-ciencias, otra de materiales y una unidad química especializada. El objetivo de reducción de costes es de 3.300 millones de dólares durante un periodo de dos años y creemos que aproximadamente 1.500 millones se conseguirán en 2018", explican desde JP Morgan. Por otro lado, quizás una de las mayores características de Monsanto, además de ser un coloso en el sector, es que es una empresa muy odiada. Tanto es así, que Bayer va a eliminar su denominación que lleva vigente desde 1901. Y es que la firma es conocida por los OGM, es decir, organismos genéticamente modificados, que lleva comercializando dos décadas. A través de la ingeniería genética Monsanto altera las semillas para que sean más resistentes. Mientras que para algunos el problema es que puedan afectar a la salud humana, para otros lo es la dependencia que se genera en el agricultor, ya que cada cosecha tiene que renovar las semillas. Para culminar la adquisición de Monsanto, Bayer ha tenido que vender a BASF, otro de los pesos pesados del sector, activos por valor de 9.000 millones de dólares de su negocio agroquímico. Precisamente BASF también cuenta con un consejo de compra por parte de los expertos. En el caso de la germana, el crecimiento esperado de sus ganancias es menor, pero aún así es de doble dígito. Por tanto, si los expertos no fallan en sus previsiones, entre 2018 y 2020 ganará un 14 por ciento más. Ahora bien, la concentración empresarial no solo se limita al ámbito de las semillas y pesticidas, también se da en los intermediarios. Es el caso de las conocidas como ABCD que, según los últimos datos publicados por Oxfam en 2012, controlan más del 70 por ciento del mercado del procesamiento y la comercialización de los granos. Se trata de Archer Daniels Midland (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. Solo las dos primeras cotizan en bolsa y, mientras que Bunge luce un consejo de compra, ADM defiende un mantener. Por otro lado, solo una cosecha ganancias anuales en el parqué. Se trata de ADM, que sube más de un 25 por ciento, lo que le deja un potencial alcista del 4 por ciento. En cuanto a Bunge cede en torno a un 3 por ciento pero el recorrido que le estiman los analistas para los próximos meses sobrepasa el 25 por ciento. Otras alternativas Aquellos inversores que no quieran poner todos los huevos en una misma cesta tienen diferentes opciones. Una de ellas serían los fondos de inversión, pero no hay ninguno centrado en la agricultura que se venda en España. Por ello, otra de las alternativas son los ETFs, es decir, fondos cotizados. Es el caso del Invesco Global Agriculture ETF. Entre sus principales posiciones se encuentran firmas como ADM, Mosaic, Bunge o FMC. Por su parte, en el iShares MSCI Global Agriculture Producers ETF las empresas que más pesan en la cartera son Deere & Co, Nutrien o ADM.