Se hace con cinco fármacos de Allergan en Estados Unidos por unos 475 millones El laboratorio catalan Almirall ha cerrado la compra de la cartera dermatológica médica de Allergan en Estados Unidos en la que es la mayor operación de su historia. Concretamente, la firma controlada por la familia Gallardo, se ha hecho con cinco fármacos (uno de ellos está pendiente de aprobación de la agencia del medicamento estadounidense) en una transacción por valor de 550 millones de dólares (unos 474 millones de euros). Además, el acuerdo comprende un posible pago futuro de hasta 100 millones de dólares (86 millones de euros), que se abonarían en el primer trimestre de 2022, en función del rendimiento del negocio. La transacción se financiará en su totalidad mediante una combinación de caja disponible de Almirall, líneas de crédito no dispuestas así como un crédito puente del BBVA y del Santander de 550 millones de dólares (unos 470 millones de euros) según explicó la compañía a la CNMV. Los fármacos con los que se ha hecho Almirall están indicados para el tratamiento del acné, la psoriasis y la dermatosis bajo el nombre de Aczone, Tazorac, Cordran Tape, Azelex y Seysara. Según apuntó ayer la empresa, esta adquisición supone "un paso transformador para el grupo, que consolida y refuerza su presencia en Estados Unidos y amplía su gama de productos dermatológicos". "Esta adquisición permitirá incrementar de forma inmediata los ingresos, crear masa crítica y oportunidades de crecimiento a medio y largo plazo", resaltó la firma. Impulso de la dermatología Concretamente, cuatro de los fármacos que ahora pasan a sus manos, a través de una transición en la que "Allergan proporcionará soporte a Almirall para garantizar que sea adecuada", generaron unos ingresos de 70 millones de dólares (alrededor de 60,4 millones de euros) en el primer semestre del año. Además, el laboratorio apunta que esperan que "Seysara contribuya a Almirall en su conjunto con un pico de ventas de entre 150 y 200 millones de dólares (130 y 170 millones de euros)". Éste es el fármaco que está pendiente de aprobación por la FDA -prevista para octubre de este año- y se trata del "primer antibiótico oral que ha sido diseñado específicamente para dermatología y en el que se prevé una limitada competencia de marcas", explican desde la compañía catalana, que apuntan que el Seysara tiene una protección de patente hasta 2032. Con esta operación, Almirall posiciona el área de Dermatología como impulsor clave de su crecimiento, representando en torno al 45 por ciento de las ventas, frente al 34 por ciento que coparon en el primer semestre del año.