Los acusados beneficiaron a una promotora al asumir su préstamo hipotecarioLa magistrada de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, propone juicio oral contra seis exdirectivos de Caixanova, hoy Abanca, por presuntamente beneficiar a un grupo promotor en plena crisis económica. Según el auto de la magistrada, estos seis antiguos responsables idearon que la empresa financiera promotora del banco subrogara el préstamo de la promotora, de modo que se asumiera también con las dos parcelas que tenía, y le perdonara los intereses del crédito. Esta operación provocó un perjuicio económico para el banco de 41,85 millones de euros. Los seis exdirectivos imputados son Julio Fernández Gayoso, presidente de la comisión delegada del banco en el momento de las operaciones investigadas; José Luis Pego Alonso, director general de Caixanova; Gregorio Gorriaran, director de la división Comercial; Domingo González, director de la división de Planificación Financiera y Control; José González, director del comité de inversión irregular, e Isaac Alberto Miguel, director de la unidad de Reestructuración. El caso está protagonizado por la empresa Rivas ACI, vinculada a José Luis Suárez Gutiérrez, dueño del grupo Copasa y "uno de los clientes significativos de Caixanova". Rivas ACI se hizo en 2017 con dos parcelas de la localidad madrileña Rivas-Vaciamadrid, punto de crecimiento inmobiliario en la época de la burbuja por su cercanía a la capital. Rivas ACI solicitó un crédito de 67,1 millones a Caixanova para adquirir las dos parcelas. Informes "incompletos" El departamento de Análisis de Crédito de Caixanova emitió un informe de riesgo "incompleto", no valoró la liquidez real de la firma que pidió el préstamo ni tampoco el de las tres compañías que formaban el accionariado de Rivas ACI. Aún así, la entidad le concedió el crédito sin que la operación se pusiera en conocimiento del consejo de administración de Caixanova. La llegada de la crisis inmobiliaria provocó que Rivas ACI dejara de pagar en dos ocasiones el préstamo, aunque la entidad le reestructuró la deuda en ambos casos, a pesar del alto riesgo que suponía. Finalmente, cuando se acercaba la fecha en la que la compañía debía saldar la deuda (enero de 2011), los implicados, tal y como señala al auto, "habrían ideado a Rivas ACI y a sus avalistas una salida que permitiera al acreditado y a los garantes liberarse de las obligaciones contractuales con Caixanova, sin importarles que tal alternativa afectara negativamente a los intereses patrimoniales de la entidad". Así, finalmente, la financiera inmobiliaria de Caixanova, Proinova, subrogó el préstamo hipotecario de Rivas ACI, asumiendo un pago de un precio de compra de las parcelas muy superior al del mercado.