Enel, la compañía italiana propietaria de Endesa, ganó 2.020 millones durante el primer semestre del año, un 9,9 por ciento más que en el mismo período del año anterior, como resultado de unos menores costes financieros y unas menores cargas impositivas. Descontando los extraordinarios, la empresa obtuvo 1.892 millones, un 4,6 por ciento más. El resultado bruto operativo se incrementó un 2,3 por ciento, hasta 7.678 millones, tras una mayor aportación de las fuentes renovables, subidas de las tarifas de distribución en Argentina y España, y un aumento de los márgenes de comercialización a los clientes en España y Rumanía. La deuda financiera neta saltó un 11,2 por ciento en relación al cierre de 2017, hasta 41.594 millones, por la compra de la distribuidora brasileña Eletropaulo, la recompra de acciones de la filial chilena, el pago del dividendo y el cumplimiento de los compromisos de inversión.