El fondo cuenta con derecho de tanteo y puede llegar a igualar la oferta de la concesionaria Sacyr, Abanca y Kutxa se desprenden del 55% de la empresa de autopistas por 722 millonesGlobalvia ha llegado a un acuerdo para hacerse con el control de Itínere por 722 millones de euros, pero su oferta es extensiva a la participación de Corsair, Citi, Caser, Pear Luxembourg y Liberbank, lo que elevaría en su caso el pago hasta los 1.300 millones de euros, un precio superior a los 1.000- 1.100 millones que se habían manejado hasta el momento. La operación supone que los actuales accionistas, Sacyr, Abanca y Kutxabank, se desprenderán de su 55,6 por ciento del capital sin esperar a conocer el resultado del arbitraje celebrado a principios del mes en Madrid. El cierre de la misma está sujeto al cumplimiento de las condiciones suspensivas habituales en este tipo de transacciones y a la obtención de autorización por parte de las autoridades de competencia pero existe la posibilidad de que Corsair pudiera igualar la oferta presentada y quedarse con la compañía, un extremo para el que durante los últimos meses ha estado buscando financiación. Por contra, los fondos OPTrust (Canadá), PGGM (Holanda) y USS (Reino Unido) inyectarón 1.000 millones de euros en Globalvia el pasado mes de abril para incrementar su capacidad de inversión en proyectos de infraestructuras de transporte en todo el mundo. Con ello, el grupo que dirige Javier Pérez Fortea multiplicaba su fortaleza para afrontar compras con rapidez e independencia, ya que hasta ahora requería de la aprobación de los comités de riesgos de sus accionistas cada vez que atacaba una operación. Sacyr, Abanca y Kutxabank, que en conjunto controlaban el 55,6 por ciento de la compañía, presentaron en julio de 2017 un arbitraje contra Corsair, primer accionista con el 38 por ciento del capital, y otros accionistas ante la Cámara de Comercio de Madrid después de que el fondo estadounidense se opusiera a facilitar la venta de sus participaciones a los primeros en virtud de unos acuerdos que cada parte interpreta de manera opuesta. Sacyr (15,5 por ciento), Abanca (23,8 por ciento) y Kutxabank (16,2 por ciento) están asesorados por Uría Menéndez y el bufete Sánchez Calero en el arbitraje, que denuncia, además de a Corsair -a través del fondo Gateway Infrastructures Investment-, a Liberbank -5,8 por ciento-, Caser, Citibank y Pear Luxembourg Investment. Los demandados cuentan con el asesoramiento de despacho de abogados Linklaters. En paralelo al litigio entre los distintos accionistas, Kutxabank inició otro arbitraje particular contra Corsair para tratar de romper la alianza que les une en el capital de Itínere y por la que aglutinan sus derechos en la sociedad Arecibo Servicios y Gestiones, de acuerdo con fuentes legales. La entidad vasca pretendía terminar con este pacto para poder vender sus acciones junto a Sacyr y Abanca, un extremo que tampoco se ha logrado resolver en esta operación de venta. Corsair ostenta el control de Itínere desde 2015, cuando Citi Infrastructure le traspasó la gestión de su cartera, en la que tenía el 54 por ciento de la concesionaria española. Itínere gestiona seis autopistas en el norte de España, que suman unos 609,1 kilómetros de longitud, entre las que figuran la AP-1 Burgos-Armiñón que en noviembre revertirá al Estado, la AP-66 León-Campomanes, la de Audasa, entre Ferrol y Tuy, la AG-55 (A Coruña y Carballo), la AG-57 (Puxeiros-Baiona) y la AP-15 Tudela-Irurzun. Sacyr, Abanca y Kutxabank pusieron en venta sus participaciones hace dos años. Globalvia, que negoció con el fondo australiano Macquarie para formar consorcio, siempre fue uno de los máximos interesados pero quería el control de la empresa. Concluida la transacción, la cartera de activos de Globalvia pasaría de los 26 actuales a 32 distribuidos en siete ferrocarriles y 25 autopistas con más de 2.300 kilómetros, situados en 8 países diferentes y dando servicio a cerca de 300 millones de usuarios al año. La facturación conjunta de Globalvia e Itínere ascendería a 700 millones y su ebitda estaría por encima de los 500 millones. La operación se enmarca en la estrategia de crecimiento de Globalvia que se ha venido materializando estos últimos años con las compras de diversos activos en Estados Unidos, Portugal y Chile y que continua con su ritmo de crecimiento y expansión nacional e internacional. Sacyr registró un beneficio neto de 72 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un 20 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 239 millones, lo que representa un incremento del 25 por ciento con respecto al mismo periodo de 2017.