La compañía 'salva' así los 450 empleos amenazadosLa compañía automovilística Renault vive ajena a las tribulaciones que sufre la industria automovilística por las amenazas proteccionistas de Donald Trump. La compañía del rombo, que no exporta al país norteamericano, ve mejorar sus expectativas en Europa pese a la presumible mayor competencia por este mercado que comportaría la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. Tanto es así, que en apenas mes y medio ha dado marcha atrás en sus planes de suprimir el turno de noche en la factoría de Valladolid, en la que se fabrica el Captur, condenado a su desaparición en agosto, como ha ocurrido ya con el turno de noche de la planta de Palencia. La medida supondrá el mantenimiento de 450 trabajadores temporales que no iban a renovar sus contratos. "El mercado europeo está tirando mejor de lo que preveíamos y el Captur es el B-SUV más vendido en Europa y se sitúa entre los cinco primeros en Francia y entre los tres primeros en España", aseguró ayer el presidente de Renault, José Vicente de los Mozos, para justificar la prolongación del tercer turno, previsiblemente hasta después de la llegada de un nuevo modelo a Valladolid, a partir del año que viene.