Reduce su facturación apenas el 0,3% tras el último cambio de tarifas Vodafone congeló sus ingresos en su primer trimestre fiscal con una facturación total de 1.215 millones de euros, apenas un 0,3 por ciento menos que el mismo periodo de 2017. Sus ingresos por servicios se resintieron el 2 por ciento en términos reportados entre los pasados 1 de abril y 30 de junio, debido especialmente al reposicionamiento de sus tarifas y a la propia dinámica competitiva del sector. En concreto, Vodafone dejó de cobrar a seis millones de sus clientes cuando estos rebasaban el límite acordado en sus contratos, tanto en minutos de voz como en megas de navegación. Excluido el impacto del cambio de las tarifas de terminación móvil, la caída de ingresos por servicio hubiera sido del 1 por ciento, con ventas por importe de 1.114 millones euros en el trimestre referencia. En la comparación con el mismo primer trimestre fiscal del año pasado, el operador incrementó su clientela convergente en todas sus líneas de negocio, en móvil, fibra y televisión de pago. António Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, ha comentado: "Estos primeros meses de nuestro año fiscal han tenido una gran importancia estratégica: en primer lugar, hemos añadido más valor a nuestros planes de precios, ganando en competitividad; en segundo lugar, hemos redefinido nuestra estrategia de contenidos de Vodafone TV, dando más relevancia al cine y las series, que son los contenidos más atractivos para los clientes; y, por último, hemos acelerado nuestras iniciativas para la transformación digital que nos permitirán crear un nuevo marco de relación con el cliente". Hasta la fecha, el número de clientes móviles se incrementó en 29.000 líneas netas para superar los 14,16 millones, mientras que los clientes con dispositivo y tarifa 4G superan los 9,1 millones. La base de clientes de fibra de Vodafone también aumentó en 37.000 en su primer trimestre fiscal para finalizar junio con 2.768.000 abonados.