El objetivo es convertirla en su centro de distribución para América LatinaRepsol pisa el acelerador en su apuesta por el negocio de los lubricantes. La petrolera ha llegado a un acuerdo para quedarse con el 40 por ciento de la compañía mexicana Bardahl. La petrolera española cierra así su primera gran operación para hacer crecer su negocio de lubricantes, tal y como tenía previsto en su plan estratégico. La compañía se encargará de fabricar y comercializar sus lubricantes en México, donde la empresa posee en Toluca una de las plantas más modernas de Latinoamérica y una extensa red de distribución en todo el país, lo que le permitirá convertir a esta instalación en su gran centro de abastecimiento. Repsol introdujo México en su hoja de ruta de la expansión internacional el pasado mes de marzo. Tal y como adelantó entonces elEconomista, la petrolera había diseñado un plan estratégico 2017-2021 con el que pretende duplicar su volumen total de ventas para llegar a las 300.000 toneladas. Para lograrlo, invertirá 80 millones de euros en tomar participaciones en varias plantas de lubricantes e incrementará su esfuerzo comercial. El negocio de lubricantes es el más internacional que tiene la petrolera con presencia en 80 países y con planes de crecimiento mundial en áreas como Brasil, Rusia, China, Japón, India, Indonesia y Malasia. Con esta compra, Repsol también refuerza su presencia en México, donde tiene planes de invertir 400 millones para contar con unas 200-250 estaciones de servicio en el año 2022. Hasta el momento, la petrolera tiene ya firmadas la apertura de 60 estaciones de servicio ubicadas en Ciudad de México, estado de México, Veracruz, Baja California Sur, Jalisco, Oaxaca, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala. Repsol además se ha posicionado en el área de exloración y produccion en el país. Crecimiento en España Las ventas en lubricantes en España crecieron a un ritmo del 3 por ciento el pasado ejercicio, lo que le sitúa en una posición de liderazgo en el mercado nacional, mientras que en los mercados internacionales se dispararon un 17 por ciento. A cierre del pasado año, la producción de lubricantes de Repsol ascendió a 161.000 toneladas. El objetivo es que en 2021 el 70 por ciento de las ventas provengan del negocio internacional, mientras que el 30 por ciento restante dependería del negocio español. En otras palabras, la petrolera quiere casi cuadruplicar el peso de las ventas al exterior en el negocio de los lubricantes. Respecto a España, no obstante, la compañía presidida por Brufau sigue apostando fuertemente por la planta de Puertollano (Ciudad Real), en la que contemplaban una inversión de 3 millones de cara a incrementar su producción a máxima capacidad. Esto le ha permitido alcanzar el pasado ejercicio una producción de 127.000 toneladas, frente a las 117.000 toneladas de 2016. El objetivo de la energética es llegar hasta las 170.000 toneladas al año en 2021, tal y como adelantó el director de Lubricantes de Repsol, Lucas Angelini. Además, la compañía ha lanzado al mercado una nueva gama de lubricantes Repsol Moto, desarrollados en su centro de tecnología. A nivel nacional, han firmado acuerdos con Honda y Kymco. A nivel internacional, han firmado acuerdos con las marcas SK Lubricants en Corea para lubricantes de alta gama. Cambios en el organigrama Por otro lado, Repsol ha llevado a cabo durante el último mes varios cambios en su organigrama organizativo. La petrolera ha nombrado a Ramón Álvarez-Pedrosa como su nuevo director de relaciones con inversores y ha encargado al anterior responsable de este negociado, Paul Ferneyhough, uno de los principales negocios de la compañía. Fernyhough se ocupará del negocio de exploración y produción en Norteamérica, donde la empresa cuenta con algunos de sus mayores yacimientos y de crecimiento futuro.