La multa podría alcanzar los 4.000 millones, la más alta de las impuestas en la UEGoogle tiene motivos para echarse a temblar ante la multa que durante los últimos meses ha meditado la Comisión Europea y que podría anunciarse en las próximas horas. Todo apunta a que la sanción será ejemplar, histórica y presumiblemente romperá todos los registros anteriores. Algunas fuentes, como el diario belga Le Soir, estima un varapalo de 4.000 millones de euros, cifra con la que Bruselas podría escarmentar al coloso de Internet por la presunta posición dominante en Android en el ecosistema de los dispositivos móviles. En concreto, por exigir a los fabricantes de móviles y tabletas la presencia de su sistema operativo para poder utilizar aplicaciones como Google Search o el navegador Chrome. Según explica la agencia Reuters, Bruselas podría anunciar hoy la sanción, comunicación que estaba preparada para la semana pasada y que finalmente se postergó una vez que el Ejecutivo comunitario decidió retrasarla por la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Bruselas para acudir a la cumbre de líderes de la OTAN. La misma agencia cita a fuentes cercanas al caso para afirmar que la multa por abuso de posición dominante con Android podría superar la de 2.400 millones impuesta en 2017 al gigante tecnológico por favorecer a su Google Shopping, su servicio de comparación de precios. Según las normas de la UE, la multa podría ascender al 10 por ciento del volumen de ingresos global de Alphabet. En 2017, la matriz de Google registró unos ingresos de 94.742 millones de euros, según informa Ep. La CE abrió la investigación por Android en 2015 y acusó a Google un año después de "reforzar su posición dominante en la búsqueda general en Internet". Bruselas explicó entonces que alrededor del 80 por ciento de los dispositivos móviles inteligentes en Europa y en el mundo funciona con Android. Además, Google tiene una cuota de mercado superior al 90 por ciento en los mercados de servicios de búsqueda general en Internet, sistemas operativos con licencia para smartphones y tiendas de aplicaciones para Android. En el pliego de cargos que el Ejecutivo comunitario envió a Google acusaba al gigante tecnológico de haber violado las normas comunitarias de competencia al obligar a los fabricantes a preinstalar Google Search y Chrome, así como de exigirles que la primera aplicación fuese el servicio de búsqueda por defecto como condición para concederles licencias de determinados servicios. También denunció que Google prohíbe a los fabricantes la venta de dispositivos móviles que funcionen con sistemas operativos competidores basados en el código fuente abierto Android.