El banco estadounidense Goldman Sachs cerró el primer semestre del año con un beneficio de 5.397 millones de dólares (4.609 millones de euros), un 32 por ciento más que en el mismo periodo de 2017. La entidad no achaca el repunte a la reforma fiscal de Trump puesto que asegura que la tasa fiscal efectiva en el primer semestre se incrementó al 19,4 por ciento desde el 17,2 por ciento del primer trimestre del año anterior. "El sólido desempeño de nuestros principales negocios impulsó el rendimiento más fuerte en el primer semestre en nueve años", explicó Lloyd Blankfein, presidente y consejero delegado del banco. Blankfein dejará su cargo como consejero delegado el próximo 30 de septiembre y la presidencia a final de año, según anunció ayer la entidad. La junta directiva ha designado a David Solomon como próximo presidente y primer ejecutivo. Blankfein, de 63 años, ha aceptado el título de presidente sénior tras su retirada. Hasta ahora, Solomon es presidente de Operaciones del banco.