Un jurado de Estados Unidos condena a la compañía tras la denuncia de las mujeres que utilizaron sus polvos de talcoJohnson & Johnson (J&J) aseguró ayer que no se dejará intimidar por la condena que ordena el pago de 4.690 millones de dólares a 22 mujeres y sus familias que culpan a los polvos de talco de la compañía de haberles causado cáncer de ovarios. La histórica resolución es solo la punta del iceberg ya que la empresa enfrenta cerca de 9.000 casos similares a este lado del Atlántico. Las demandantes acusan al fabricante de productos de higiene personal de haber fomentado el cáncer de ovarios durante las últimas cinco décadas a través de sus polvos de talco con amianto. Seis de las 22 mujeres han fallecido como consecuencia de esta enfermedad. Dadas las circunstancias, J&J anunció que recurrirá el veredicto dictado por un jurado de San Luis (Misuri) que le obligaría a pagar 550 millones de dólares en daños compensatorios y otros 4.140 millones de dólares en daños punitivos. Tras el veredicto, Mark Lanier, el abogado de las demandantes pidió a J&J que retire sus productos de talco del mercado "antes de causar más angustia, daño y muerte a causa de una terrible enfermedad". Sin embargo, durante una entrevista con la CNBC, el letrado de la multinacional, Bart Williams, incidió que los "mejores científicos de Estados Unidos" han demostrado que los productos a base de talco, como Baby Powder y otros cosméticos, "son seguros una y otra vez". "Johnson & Johnson no se dejará intimidar por las presiones para eliminar un producto que ha estado en circulación desde hace más de 100 años, usado en cientos de millones de bebés en todo el mundo, simplemente porque los abogados demandantes han puesto sus miras en la espalda de la compañía", sentenció Williams. Sin embargo, las demandantes y sus familias aseguraron que el uso prolongado de los productos de talco J&J no solo fueron la causa de sus enfermedades sino que la compañía era consciente de que su talco estaba contaminado con amianto desde la década de los 70. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) realizó entre 2009 y 2010 un estudio con diversas muestras de talco, incluido el de la multinacional y dijo no haber encontrado amianto en ninguna de las muestras. Dicho esto, durante el juicio, Lanier aseguró que la FDA, los laboratorios y J&J utilizaron métodos defectuosos que no permitieron la detección adecuada de las fibras de amianto.