Ángel Ron abrió su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera mostrándose como un afectado de la resolución del Popular. El que fue presidente de la entidad desde 2005 a 2017 aseguró que llegaba a la Cámara "como perjudicado en el plano reputacional y económico". El exbanquero reconoció que invirtió 125.000 euros en la ampliación de capital que realizó el Popular en mayo de 2016, aunque en total perdió un millón de euros de sus ahorros y los de su familia. "Yo soy un afectado", matizó. Ron pidió que se haga lo necesario para saber qué pasó con el ahorro de los más de 300.000 accionistas que perdieron su inversión de la noche a la mañana. "Creo que se requiere una investigación profunda para llegar al final, encontrar a los responsables y establecer una compensación", añadió. A su juicio, la normativa de resolución que se le aplicó al banco no fue la adecuada, "fue ficticia", puesto que esta directiva está ideada para un banco insolvente, caso que no era el del Popular. "El banco se valora como que está liquidado, pero no se liquida", criticó. Además, mostró su empatía con los cientos de accionistas que han recurrido ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la decisión de la JUR. Al respecto, considera que se ha producido un vaciamiento patrimonial de los accionistas del banco que ha acabado en otra entidad. Ron no quiso, inicialmente, contestar a los diputados sobre si el Santander hizo un buen negocio comprando el Popular. Aunque finalmente, criticó que los accionistas hayan perdido todo su dinero y el banco cántabro se embolsara 5.500 millones de euros con la venta del ladrillo del Popular o 444 millones por la venta de Totalbank, la filial de la entidad intervenida en Florida. "Creo que ha hecho un negocio excelente", acabó asegurando. Finalmente, justificó que la entidad nunca traspasó los activos inmobiliarios, su gran lastre en el balance, a la Sareb porque la venta que estaba haciendo el banco le estaba permitiendo recuperar un 3 por ciento más del valor de los activos. "Ya veremos cómo acaba la historia de la Sareb", espetó.