Las ventas de la zona euro a China y EEUU, protagonistas del conflicto, rozan los 600.000 millonesCasi el 7 por ciento de las exportaciones españolas está en riesgo por la guerra comercial abierta entre EEUU y China. Aunque nuestro país es uno de los socios europeos menos expuestos a un recrudecimiento de las tensiones porque sus ventas al exterior se dirigen mayoritariamente a la eurozona, lo cierto es que exporta a las dos grandes potencias económicas mundiales casi 18.000 millones de euros anuales, según se desprende de las estadísticas que difunde periódicamente el Ministerio de Economía. Pese a que Irlanda, Reino Unido y Alemania son los países que peor parados pueden salir del fuego cruzado entre Pekín y Washington, el peso de las ventas españolas a estos dos países no ha dejado de crecer. De nuestras ventas, el 4,8 por ciento van a parar a EEUU, casi 12.500 millones. El resto, 5.500 millones (el 2,3 por ciento del total), tiene como destino China. Gravámenes sobre todas estas cantidades pueden provocar un agujero importante en numerosos sectores económicos, especialmente el alimentario, que ya padece el efecto de un arancel sobre productos como la aceituna negra. Para el resto de socios europeos el efecto puede ser peor. Primero llegaron los aranceles de Donald Trump al acero y al aluminio europeos, además de todos los impuestos a China, su gran rival. Después Bruselas contraatacó con barreras a las Harley Davidson y otros productos por valor de 2.800 millones. Y eso ha ofrecido a la Administración Trump la excusa perfecta para centrar sus iras comerciales en la automoción, con la amenaza de otro arancel del 20 al 25 por ciento. Alemania tiembla por ello. "Las tensiones comerciales mundiales siguen siendo el principal riesgo para Europa tanto a nivel mundial como regional, la pregunta ahora es cuán grande será el impacto económico", advierte Paul Watters, supervisión de las condiciones de crédito regional de S&P Global Ratings. El PIB del euro sufrirá Una decisión que hundiría el dedo en la llaga europea, especialmente alemana, dado que la industria de automoción de la UE exportó a EEUU entre vehículos y piezas el año pasado por valor de 53.563 millones de euros. Alemania llevó materias por 30.435 millones, seguida de Reino Unido con 9.098 millones. España vendió productos por valor de 1.134 millones de euros. "Un arancel del 25 por ciento podría disminuir la demanda estadounidenses de coches europeos del 22,5 por ciento, unas 260.000 unidades", calcula Christian Schulz, economista de Citi. "Esto reduciría los ingresos del sector de la UE en 9.000 millones de euros, es decir, el 0,5 por ciento de las exportaciones totales y el 0,1 por ciento del PIB de la UE", aclara. Bank of America Merrill Lynch estima que un gravamen a los coches europeos podría reducir el PIB de la eurozona en al menos un 0,3 por ciento, excluyendo cualquier daño colateral sobre la confianza de los inversores, el gasto empresarial y los cambios en otros mercados. Aún así, Schulz recalca que "una guerra comercial entre EEUU y China corre el riesgo de tener un mayor impacto en el crecimiento europeo que una confrontación directa entre Bruselas y Washington". Así, aunque la UE esquivase más aranceles directos de Trump, las cadenas de suministro globales de las que dependen las compañías europeas podrían verse afectadas si la Casa Blanca y Pekín endurecen posiciones. Se debe tener en cuenta que las exportaciones de bienes y servicios representan el 27 por ciento del PIB de la zona euro, en comparación con el 12 por ciento en EEUU y el 21 por ciento en China (datos del BCE). Aunque este porcentaje incluye también el comercio entre miembros de la UE, debemos destacar como Alemania es el socio europeo con la mayor participación comercial fuera del Viejo Continente, contribuyendo con sus exportaciones a otros países no europeos al 28,3 por ciento de las ventas de bienes totales de UE fuera del grupo. Le siguen Reino Unido (10,9 por ciento), Italia (10,6 por ciento) y Francia (10,4 por ciento). En el caso de España, el porcentaje el año pasado fue del 5,1 por ciento. Si China y EEUU aumentan tensiones, cualquier efecto en sus economías se dejará sentir, ya que ambos países son clave para exportaciones europeas. "Incluso antes de que Trump comenzara con sus escaramuzas, China ha sido un factor clave para la desaceleración de Europa este año", avisa. El año pasado las exportaciones de la UE a EEUU alcanzaron los 375.500 millones de euros, con Alemania liderando el grupo, con 112.320 millones. Le siguen Reino Unido (52.023 millones); Italia (40.496 millones); Francia (34.254 millones); e Irlanda (32.849 millones). España se sitúa en octava posición por detrás de Países Bajos y Bélgica, con 12.455 millones de euros. "El impacto de una guerra comercial se dejará sentir más allá de las dos economías más grandes del mundo", incide Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management, que apunta a Irlanda como una de las economías europeas "más vulnerables". Las exportaciones irlandesas a EEUU suponen el 55,7 por ciento del total de sus ventas fuera de la UE. En comparación, en el caso español, este porcentaje es del 13 por ciento, según Eurostat, y apenas supera el 6,8 por ciento si se cuantifican las ventas a EEUU y China en conjunto. Más exposición a Pekín Paralelamente, entre 2007 y 2017, las exportaciones europeas a China, casi se han triplicado, hasta 200.000 millones de euros. Esta estrecha relación no debería sorprender: el gigante asiático representó el 6,7 por ciento de las exportaciones alemanas en 2017, no mucho menos que las estadounidenses (8,7 por ciento). Y teniendo en cuenta el incremento de las relaciones comerciales podría decirse que China es incluso más importante que EEUU en lo que respecta al crecimiento de las exportaciones. La economía alemana está mucho más expuesta al comercio chino que cualquier otra economía europea. Los Países Bajos y Bélgica ocupan el segundo y tercer puesto, con el 1,9 por ciento y el 1,7 por ciento de su PIB exportado a la segunda mayor economía del mundo en 2017. La media de la UE es del 1,3 por ciento y otras grandes economías europeas como Francia, el Reino Unido e Italia (todos 0,8 por ciento) o España (0,5 por ciento) están por debajo de la media. Sin embargo, además de estas exposiciones, las grandes compañías industriales de Alemania actúan como una "ventana" para la fabricación europea en China. A través de las cadenas de suministro paneuropeas, las actividades alemanas en China, así como sus exportaciones al país o la inversión nacional generada por el negocio chino, afectan indirectamente al resto de Europa. Los datos del PMI manufacturero han caído en línea a los alemanes, por ejemplo en Austria, Hungría, España, República Checa y aún más en Italia. "China enfrenta riesgos a la baja por tensiones comerciales con EEUU", reconoce el economista de Citi, que apunta como esto juega en detrimento y también a favor de la UE. Schulz pone de manifiesto que las autoridades chinas han adoptado ya algunas medidas para apoyar el crecimiento y podrían ir más allá en la segunda mitad del año. "Las empresas europeas podrían beneficiarse desproporcionadamente de este estímulo mientras sus rivales estadounidenses sufren las consecuencias de las represalias comerciales chinas a EEUU".