Prevé expandir la comercialización de GLP en los mercados del sur de Francia y MarruecosEspera aumentar un 8% anual el dividendo y recuperar el nivel de un euro por acciónRepsol presentó ayer la actualización de su Plan Estratégico a 2020, en el que prevé invertir unos 15.000 millones de euros, de los que 2.500 millones recalarán en nuevos negocios de generación eléctrica y de comercialización de luz y gas. El flujo de caja de la compañía debería crecer a un ritmo del 12 por ciento anualizado, hasta los 6.500 millones al final del período, mientras que el pago del dividendo experimentará una evolución más suave, del 8 por ciento, hasta recuperar el nivel del euro por acción. El mercado aplaudió estas previsiones y la cotización subió un 2,9 por ciento, el triple que el selectivo Ibex 35. El Plan 2016-2020 se presentó en un contexto muy complejo para la petrolera, con el petróleo a menos de 50 dólares por barril y la digestión de Talisman, recién adquirida, por hacer. Se titulaba Valor y resiliencia y llamaba la atención sobre su potencial para sobreponerse a la adversidad. Ayer presentó su actualización, simbólicamente titulada Crecimiento y valor en cualquier escenario, que pone el acento en la expansión de los negocios actuales y en el nacimiento de otros nuevos, ligados a la transición energética. En los dos años transcurridos entre uno y otro documento, la petrolera ha fortalecido su estructura y ha alcanzado o superado los objetivos que se había marcado inicialmente para el conjunto del período. Al igual que el viejo Plan, las magnitudes económicas de la revisión consideran un precio lineal del barril de 50 dólares hasta 2020, pero éste cotiza ahora muy por encima -ronda los 75 dólares- y la estimación resulta conservadora en relación al precio que necesitan los principales países productores para cuadrar sus presupuestos, que supera los 60 dólares por barril y que muchos analistas consideran su suelo durante los próximos años. "Terriblemente prudentes" Por eso, el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, valoró a la prensa que las estimaciones de los flujos de caja previstos para el período -que crecerán en 1.900 millones- eran "terriblemente prudentes". Según explicó, si el petróleo se sitúa por encima de los 60 dólares, la firma acelerará la materialización de varios proyectos -sobre todo yacimientos de Alaska y Canadá- y se recomprarán acciones al final del período; a modo de ejemplo, apuntó que si se mantiene en unos 70 dólares, el flujo de caja se incrementará en unos 1.000 millones adicionales en 2020, incluyendo en el cálculo cierta inflación de los costes. Mas sin entrar en esos futuribles, los nuevos planes de expansión y de retribución al accionista se autofinancian con esos prudentes 50 dólares por barril, e incluso aumentará la flexibilidad financiera hasta alcanzar los 4.000 millones: si ahora la ratio entre la deuda neta y el resultado bruto operativo (ebitda) es de 0,9, en 2020 debería ser de 0,7, frente a la media del 1,1 del sector. Imaz insistió en que la disciplina financiera "es la base de los vectores que acabo de plantear". ¿Y cuáles son esos vectores? Pues por el lado de la exploración y producción -upstream en inglés- la producción de hidrocarburos subirá un 8 por ciento, hasta los 750.000 barriles diarios, con más valor por barril: el flujo de caja que aporten será un 30 por ciento superior. Gracias a la digitalización y a la calidad de sus pozos, Repsol ingresará 1.000 millones más al año en 2020. En upstream, la petrolera presidida por Antonio Brufau invertirá unos 8.000 millones, sobre todo en proyectos en tierra y en aguas someras, en Perú, EEUU, Noruega, Malasia, Indonesia, Libia y Argelia. Para la próxima década quedan cinco grandes proyectos en Alaska, Canadá, Colombia y Brasil. Se mantendrá en Venezuela, a pesar de la situación, y en el Mar del Norte. Expansión de los negocios Y en el área de refino y comercialización -downstream en inglés-, Repsol prevé una "mejora notable", según la expresión de Imaz. La empresa ya tiene unos de los mejores indicadores de Europa y espera beneficiarse de ello en los próximos años: invertirá 4.200 millones, de los que 1.500 millones serán para la expansión internacional. Prevé crecer en química con productos de valor añadido -farmacia y alimentación- y situarse entre los cinco líderes globales; en trading de gas y petróleo operará en todo el mundo; en marketing y puntos de venta crecerá más en México y en GLP entrará en nuevos mercados, como Marruecos y Francia. Recompra de acciones La política de dividendo mantendrá la fórmula del script, porque, según Imaz, "les gusta a muchos minoritarios", aunque establecerá un programa de recompra de títulos para evitar la dilución de los que opten por el efectivo. La retribución subirá a un ritmo del 8 por ciento, desde los 0,9 euros actuales por título, hasta alcanzar el nivel del euro por acción en el año 2020.