La multinacional alemana Bayer anunció ayer que tiene la intención de suprimir la marca Monsanto tras la adquisición de compañía estadounidense de semillas. La compra se cerrará este jueves por 63.000 millones de dólares (53.724 millones de euros), incluyendo la deuda de la compañía de transgénicos. La operación ha tardado dos años en concluirse, tras presentar Bayer en mayo de 2016 su oferta y llegar a un acuerdo con la compañía estadounidense en septiembre de ese mismo año. Desde entonces, la compañía ha tenido que superar las condiciones de los reguladores de Competencia tanto de Europa como de EEUU que la han llevado a realizar importantes desinversiones de activos y vendérselos a su rival alemana Basf. Entre los dos reguladores, Bayer ha tenido que vender activos valorados en 15.000 millones. Werner Baumann, presidente del consejo de administración de Bayer, destacó ayer que la compañía "doblará" el tamaño de su negocio agrícola. Las ventas conjuntas en este sector superarán los 19.000 millones.