Cristóbal Montoro sorprendió con el anunció de que el Gobierno creará un nuevo impuesto que gravará a las grandes plataformas tecnológicas que facturan millones en España y apenas aportan ingresos a Hacienda dado que sus sedes sociales están en otras capitales de la Unión Europea. La idea no es propia, pues arranca de una propuesta de Bruselas que ha aprobado incluso una Directiva para que se desarrolle en todos los países. Pero a España le han entrado las prisas ante la necesidad de financiar la subida de las pensiones. Sin embargo, aunque el Gobierno ya ha anunciado que tiene un anteproyecto listo, tendrá que aprobarlo en el Parlamento, lo que complica los plazos. Nunca estaría antes de otoño, eso en el mejor de los casos, pensando que se tramite por vía de urgencia, lo que obligaría a mantener el Congreso abierto en verano. Y dando por hecho, que cuente con el apoyo de la oposición. Al menos esto parece que sí.