Su consejero delegado cree que la caída de las cajas se debió a la falta de acceso al mercado La carrera de la banca por soltar ladrillo empieza a desacelerarse. El crecimiento del sector inmobiliario, acompasado por el impulso de la economía, permite al sector financiero vender a mejor precio y amortiguar las pérdidas. El consejero delegado de Liberbank y antiguo presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, ha sido unos de los primeros banqueros en ser francos al respecto y pedir que no se obligue a las entidades a acelerar el ritmo de desinversión del ladrillo en un momento en que el se puede acompasar con la buena evolución inmobiliaria en España. "La economía española está creciendo a buen ritmo, acompañemos ese ciclo y no forcemos a la banca a salir de activos de manera más acelerada de la que tiene sentido, porque va en detrimento de la solvencia y en beneficio del que invierte", aseguró Menéndez durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera. El consejero delegado señaló al respecto que no es lo mismo vender activos inmobiliarios hace tres años con los precios que tenía el mercado que venderlos hoy. "Pido racionalidad en esto porque creo que es mucho más importante para el sistema financiero español y para la economía española", puntualizó. Origen de la crisis Por otro lado, respecto al origen de la crisis financiera, tema recurrente en la comisión de investigación puesto que persigue determinar las causas y consecuencias de la reestructuración bancaria y los errores cometidos durante la recesión, Manuel Menéndez aseguró que fue muy difícil prever la burbuja inmobiliaria, puesto que disponía de la misma información que el resto. Además, no entró a valorar decisiones pasadas de los supervisores, de otras entidades ni de él mismo al considerar que se tomaron sin tener la información que se tiene en la actualidad. Sí quiso explicar que las cajas, al no tener acceso al mercado internacional, estaban abocadas a que les pasara lo que fuera a pasar con la economía española. "Era difícil separar lo que fuera a pasar con las cajas con las características del crecimiento de la economía española. Si la economía española creció mucho basada en el desarrollo inmobiliario es evidente que las cajas iban a financier eso porque no tenían otra actividad fuera de ese mercado, y en ese mercado, la demanda que había era de crédito inmobiliario", aseveró. Finalmente, recordó que la banca se encuentra ante el reto de digitalizarse "a tiempo" para no perder mercado frente a la competencia.