Las clausuras se llevarán a cabo en Gales e Inglaterra Royal Bank of Scotland (RBS) ha sorprendido con el alcance del cierre de oficinas y el consiguiente volumen de bajas motivado por el acuerdo alcanzado el año pasado con la Unión Europea. Hasta 792 despidos tendrán lugar este verano, cuando 162 sucursales en Inglaterra y Gales echen el cerrojo definitivo. Aunque hacía tiempo que se esperaban malas noticias, su extensión ha generado un profundo impacto que, adicionalmente, agrava el criticismo por la gestión de una entidad que continúa mayoritariamente en manos del Estado. La nueva oleada de recortes no hace más que contribuir a la impresión de que se acerca el fin de las oficinas bancarias tradicionales. El propio RBS mantiene que este desenlace ha estado parcialmente motivado por la creciente tendencia de sus clientes a emplear la banca por internet. No es un secreto, sin embargo, que los gigantes del sector han recurrido para echar el cierre a cada vez más oficinas para ganar eficiencia. En este caso, RBS había recuperado la marca Williams & Glyn para la venta forzada como condición por el rescate. Sin embargo, incapaz de hallar comprador, abandonó los planes y resolvió la clausura masiva de oficinas.