Su director Marco Sindaco advierte de que el ramo de No Vida ha tocado la cimaStandard&Poor's (S&P) se muestra ligeramente optimista sobre las aseguradoras española, que ha capeado la crisis mejor que otros países, hasta el punto de alcanzar su cima en algunos terrenos. Según el responsable del sector, Marco Sindaco, la calidad crediticia del conjunto de las compañías se ha incrementado y eso se refleja en su informes, pero que las compañías de No Vida "ha llegado al top en términos de rentabilidad técnica". A partir de ahora y en los próximos diez años advierte de que se enfrentan a importantes presiones, como los cambios competitivos, la digitalización, la capacidad de generar economías de escala y la exigente regulación, entre otros. "Este entorno afectará a todos, y no solo en España, aunque en mayor medida a las compañías más pequeñas sin una posición de nicho consolidada", sostiene Sindaco, que augura fusiones aunque no en el corto plazo. "Estas operaciones no se producirán mientras el sector vaya bien y mantenga niveles de capital sólidos, pero es un proceso inevitable" Para S&P, en el segmento tradicional de No Vida del seguro, una de las principales amenazas es la banca, que ya está incrementando su negocio en este nicho de actividad y quitando cuota de mercado al sector. Las entidades ya distribuyen más de un 13 por ciento de las primas de No Vida y en algunos productos, como Salud, CaixaBank se ha convertido en líder en unos pocos años con su filial Adeslas, que comparte con Mutua. Y por primer vez están gananco en cuota en pólizas multirriesgo. Además, en el ramo de Vida los bancos dominan con claridad y los productos de unit link y de ahorro alternativo no está calando en nuestro país, a diferencia de Reino Unido, Francia o Italia. "Este tipo de seguros siguen representando poco más del 2 por ciento en términos de primas contra el PIB, cuando la media europea está en el entorno del 4 por ciento". Control de costes El responsable de la agencia de calificación considera que las aseguradoras tendrán en este contexto tendrán que hacer especial énfasis en el control de los costes y la eficiencia, al tiempo que diversificar su cartera de inversiones, a día de hoy concentrada en los bonos soberanos. "En los últimos años esta exposición ha aumentado, habiendo ofrecido una rentabilidad sobre el capital de riesgo muy atractiva", indica Sindaco. Supera la mitad de toda la cartera. A largo plazo, sostiene, "es que los bonos soberanos absorben capital bajo Solvencia II, como por ejemplo los bonos corporativos, pero de momento la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones no está pensando en cambiar la normativa en este sentido". El entorno de tipos ultrabajos, asimismo, está agotando la rentabilidad de los bonos, por lo que las aseguradoras están buscando inversiones alternativas, como acciones de compañías cotizadas, inmuebles o préstamos. "Se están explorando, pero sin una evidencia clara", recalca el directivo de la agencia de calificación, aunque recalca que el comportamiento a este escenario de tipos ha sido más favorable de lo que se esperaba y mejor que en otros sistemas europeos. Un 22 por ciento de las inversiones del sector español están depositadas en bonos empresariales, mientras que el 3 por ciento sólo se encuentra en inmuebles y el 4 por ciento en acciones. Las compañías alemanas, en cambio, tienen en participaciones industriales casi un 20 por ciento y en Reino Unido o Italia, más de un 10 por ciento. En este escenario, las previsiones de rentabilidad (ROE) en conjunto de las aseguradoras de nuestro país se mantendrá en niveles elevados en los próximos dos años, cercanos al 12 por ciento, según las estimaciones de S&P. En 2017 rozó el 13 por ciento. El ritmo de crecimiento del negocio también caerá sensiblemente. En el ramo de No Vida presentará un ascenso del 3,2 por ciento en 2018 y un 2,8 por ciento en 2019, frente al 3,9 y 4,8 por ciento de los dos ejercicios anteriores. En Vida, la agencia apunta a una estabilización de la actividad tras el descenso del 6 por ciento de 2017 y de la subida del 21,5 por ciento de 2016. Por ello, S&P muestra una perspectiva positiva sobre el sector, gracias a la recuperación de la economía, pero mantiene ciertas reservas sobre la evolución de determinados aspectos, principalmente en el segmento de ahorro.