El empresario sigue reclamando más peso y también vota en contra del sueldo de los consejerosAl cierre de 2017, poseía el 5,5% de forma directa, un porcentaje que hoy se acercaría al 4,5%José Moreno Carretero ha avivado la disputa que mantiene con buena parte del consejo de administración de Sacyr y ha votado en contra tanto del Informe de Gobierno Corporativo de 2017, como del Informe de Remuneraciones. El empresario malagueño, que ocupa un asiento en el máximo órgano de gobierno de Sacyr y pidió hace casi un año más representación, rechaza así la reordenación acordada recientemente por el consejo por la que se dará entrada a tres vocales independientes pero que no atiende su demanda. Asimismo, en su enroque, se ha opuesto con argumentos variados a la retribución del consejo, que en su conjunto cobró 4,87 millones de euros en el último ejercicio, un 9,8 por ciento menos que los 5,4 millones de 2016. El conflicto entre Moreno Carretero y el consejo de Sacyr se origina por el reconocimiento de su participación en el capital. A través de la sociedad Beta Asociados, ostentaba al cierre de 2017 un 5,5 por ciento de manera directa -se ha reducido hasta el 4,5 por ciento en los primeros meses del año, según fuentes conocedoras-. A este porcentaje, añade otro 10,6 por ciento a través de productos derivados con Citibank, para un total, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), del 16,17 por ciento. El empresario, dueño de la constructora Altec, pidió hace casi un año más representación en el consejo, pero la mayoría de los accionistas de relevancia se ha opuesto al no considerar sus derivados como acciones propias. Tanto es así, que el consejo de Sacyr está analizando someter a aprobación en la próxima junta general de accionistas, prevista para junio, una propuesta para limitar a los consejeros el uso de derivados con sus acciones, tal y como adelantó elEconomista el pasado 12 de abril. Con ello, la compañía busca evitar el efecto tapón que ejerce este tipo de productos sobre la cotización. La medida está claramente dirigida a contener las prácticas de Moreno Carretero. El consejo, en cualquier caso, ha aceptado acometer una reordenación ante los cambios accionariales que se han producido en los últimos años y en aras de mejorar su gobierno corporativo. Así, la constructora tendrá tres consejeros independientes más, con lo que ahora serán seis -sobre un total de 14-, en detrimento del mismo número de dominicales. Cederán una silla las sociedades accionistas que lideran Manuel Manrique, presidente de Sacyr, Demetrio Carceller y José Manuel Loureda. Moreno Carretero, por su parte, seguirá con un único asiento, circunstancia que le ha llevado a mantener su oposición a la aprobación del Informe de Gobierno Corporativo. La retribución por Repsol Arguye que el informe deberá indicar que "Beta Asociados ha solicitado el reequilibrio en la presencia de diversos consejeros dominicales" en el consejo, "poniendo fin a determinados supuestos de sobrerrepresentación, sin que tal petición haya sido atendida ni contestada de forma concreta, a su juicio". Aunque la reordenación acordada por el consejo hubiera sido posterior a la aprobación del informe, Moreno Carretero podría haber retirado su voto en contra. No lo ha hecho, evidenciando su oposición a la remodelación planteada. Además, para justificar su rechazo al Informe de Gobierno Corporativo, Beta Asociados advierte de que éste "deberá reconocer expresamente en la recomendación G63" que el contrato del consejero ejecutivo (el del presidente Manrique) "no tiene cláusulas de reembolso o claw-back". El consejo de Sacyr, sin embargo, entiende que el reembolso en el caso de un pago irregular ya está recogido en los derechos de la sociedad. Esta petición también ha trasladado en relación al Informe Anual sobre Remuneraciones de los consejeros, que igualmente ha votado en contra. Moreno Carretero ha reclamado que las retribuciones que perciben Manrique y Loureda como consejeros de Repsol se incluyan en el detalle de las reumeraciones globales de Sacyr. La respuesta ha sido negativa al tratarse de una participada que no consolida. El sueldo de Manrique ascendió el año pasado a 3,5 millones, un 15 por ciento menos. A esta cifra se suman casi 1,4 millones en aportaciones al sistema de ahorro durante el ejercicio. Por su cargo en Repsol percibió 354.000 euros. Además, ha pedido que el informe sea conforme con la nueva doctrina expresada en la sentencia del Tribunal Supremo de 26 de febrero de 2018 por la que se obliga a que las retribuciones de los miembros del consejo de administración estén recogidas en los estatutos de la sociedad. La sentencia, sin embargo, se refiere únicamente para empresas no cotizadas, por lo que el órgano de gobierno de Sacyr no considera necesario aplicarla.