Glovo espera facturar entre 90 y 100 millones de euros este 2018, lo que equivaldría a más que quintuplicar sus ventas de 2017, cuando éstas alcanzaron los 17 millones. Según avanzó ayer el cofundador de la firma Óscar Pierre, Glovo espera seguir creciendo en las 39 ciudades donde opera actualmente y también abrirse a nuevos mercados como Rumanía, Turquía, Marruecos y Egipto, así como empezar a ofrecer servicios a empresas. Gracias a esta expansión, la aplicación de compras y envíos a domicilio espera doblar el número de empleados hasta 800, pasar de uno a tres millones de usuarios y de 5.500 a 20.000 establecimientos asociados. Pierre se refirió a la polémica sobre las condiciones laborales de los repartidores de las nuevas empresas de entrega rápida (riders, en el argot de la marca), que son autónomos, y señaló que cobran una media de 5 euros por trayecto y que están cubiertos por un seguro privado. También defendió la comisión de 2 euros por factura quincenal que Glovo cobra a sus riders.