Superan los 46.200 millones de recursos de clientes La banca andorrana cerró el ejercicio 2017 con un beneficio neto de 131 millones de euros, un 15,4 por ciento menos, pero con una subida de los recursos gestionados de clientes del 1,5 por ciento. Los fondos y depósitos de las cinco entidades del país vecino -Andbank, Mora Banc, Crèdit Andorrà, Banc Sabadell d'Andorra y Vall Banc- superaron por primera vez los 46.000 millones, casi el doble que antes de que estallara la crisis, en 2008. La caída de los resultados se debe al contexto de bajos tipos de interés y al incremento de los costes derivados del nuevo marco normativo del sector bancario europeo. Según explicó ayer a este periódico la directora general de la patronal del sector, Esther Puigcercós, los números confirman la solidez de la banca andorrana, a pesar del proceso de transparencia que culminó el año pasado y a pesar de las consecuencias de la crisis que vivió el sistema por la intervención del antiguo BPA. En los últimos meses las entidades del país vecino se han visto beneficiadas por el conflicto catalán. "Hemos visto interés" de clientes por depositar su dinero en alguno de nuestros bancos, reconoce Puigcercós. Eso sí, los grupos financieros andorranos ya cuentan con el 50 por ciento de los recursos de clientes en otros países donde operan, gracias a los planes de internacionalización puestos en marcha, entre los que destaca España. La patronal destaca que la rentabilidad sobre recursos propios del sector se situó en el 9,82 por ciento, por encima de la media europea, que se sitúa en el 7,1 por ciento. Un factor que influyó fue la bajada de la solvencia, hasta el 21,5 por ciento, como consecuencia de la adaptación a las nuevas normas de contabilidad que entraron en vigor el 1 de enero de 2018.