Niega que se vaya a llevar la sede y confirma a los ejecutivos de la empresaMañana se escenificará en la junta general de Siemens Gamesa el choque que mantiene Iberdrola con el principal accionista del fabricante de aerogeneradores: Siemens AG. La consejera dominical de la eléctrica en Gamesa, Sonsoles Rubio, se espera que defienda los dos puntos que la empresa ha incluido en el orden del día: sobre la sede efectiva de la compañía y sobre las operaciones vinculadas. La compañía alemana, no obstante, no comparte la visión de Iberdrola. Fuentes próximas a Siemens negaron ayer cualquier tipo de interés en llevarse la sede de España y destacaron el respeto absoluto que se está dando al acuerdo firmado entre ambas partes, lo que supone el mantenimiento de la misma en Zamudio y la división para el negocio onshore en España y offshore en Copenague. Sobre las condiciones de la autorización de exención de opa, estas mismas fuentes explicaron que no se ha cambiado nada sobre la base de la estrategia industrial de la compañía con los criterios que ha autorizado la CNMV y destacaron que tanto el comité de auditoría ha demostrado que no existe ninguna ingerencia por parte de ningún accionista, ni en las operaciones vinculadas que realiza la compañía y así se recoge en los informes presentados a la junta. En Siemens Gamesa hay en estos momentos un total de 13 altos directivos que están principalmente en Zamudio, sede de la compañía. Una de las pocas excepciones es la de David Mesonero, responsable de integración que está radicado en Madrid. Asimismo, el número de consejeros españoles es superior al de los alemanes. Por el momento, las fuentes consultadas indican que se mantienen los contactos habituales entre Iberdrola y Siemens pero que no hay planteado ninguno de los aspectos recogidos en el pacto de accionistas para llegar a una ruptura entre los dos firmantes. Por parte de la empresa alemana se prefiere esperar a la junta del próximo viernes antes de pronunciarse sobre las propuestas presentadas por Iberdrola a la junta. No obstante, en caso de que la alemana quisiera rechazarlas cuentan con un 70 por ciento del capital y, pese a que las agencias de recomendación de voto hayan podido apoyar alguna de estas medidas, como máximo alcanzaría un respaldo del 30 por ciento, es decir, papel mojado si Siemens no vota a favor. Fuentes cercanas a Siemens reconocieron que no están satisfechos con el valor de las acciones, aunque creen que ya se están recuperando tras presentar el plan de negocio.