Seat logra los mayores beneficios de su historia en 2017 tras incrementarlos el 24,8% hasta los 191 millones de eurosEl consorcio automovilístico Volkswagen (VW) cierra el ejercicio fiscal 2017, con una facturación superior a la del año anterior, impulsado por los mayores volúmenes de ventas y las mejoras en los costes. Los efectos del dieselgate todavía colean y este año pasado se han traducido en gastos extraordinarios que han supuesto importantes salidas de efectivo, principalmente para cubrir las llamadas a revisión y los programas de recompra de los motores 2.0 y 3.0 TDI en Estados Unidos. Pero ni esta merma en el flujo de caja ni la falta de confianza en la marca por parte de la clientela han evitado que el grupo Volkswagen haya firmado en 2017 un beneficio neto atribuido de 11.354 millones de euros. Esta cifra es, por sí sola, representativa, pero lo es aún más si se tiene en cuenta que duplica holgadamente la de 2016. Crecen los beneficios y las ventas totales, que han pasado de 10.391 a 10.777 unidades, lo que supone un aumento del 3,7 por ciento. También sube la producción de vehículos un 4,5 por ciento hasta alcanzar las 10.875 unidades y, como dato significativo, crece el número de empleados un 2,5 por ciento hasta superar los 642.000 a lo largo del mundo. Lupa en mano, si se analizan las marcas más importantes que pertenecen a Volkswagen AG, queda a la vista que Audi, Seat, Skoda y Porsche aumentaron -por ese orden- sus ingresos por ventas en 2017, mientras Bentley y Volkswagen los redujeron. En el caso de Seat, la marca logró el año pasado el mejor resultado de su historia, con un beneficio operativo de 191 millones de euros en 2017, el 24,8 por ciento más en términos interanuales. Matthias Müller, consejero delegado del grupo, explicó ayer en la conferencia de resultados de VW celebrada en Berlín que "de cara al futuro, nos enfrentamos a una serie de grandes retos y cambios radicales". Entre ellos, la transición a la movilidad eléctrica. Si en este momento son tres los centros que contemplan la producción de vehículos electrificados (de un total de 120), la estrategia marcada por la compañía contempla que sean nueve dentro de dos años y 16 en 2022. Un objetivo ambicioso y necesario para poder afrontar lo que viene, ya que según palabras de Müller, para el año 2025 cabe esperar unas ventas anuales de tres millones de coches alimentados por baterías. Se prevé la llegada de 80 nuevos modelos en este periodo de tiempo, de los cuales, 50 serán eléctricos puros.