La entidad logra un beneficio de 138 millones, un 3,2% menos por el EREIbercaja ha sido una de las entidades que más se ha beneficiado de la crisis catalana. En los últimos tres meses del año pasado captó 1.039 millones de euros de depósitos, fondos de inversión y cuentas a la vista. En la primera quincena de octubre, muchos catalanes trasladaron su dinero fuera de la región ante la incertidumbre generada por la deriva independentista, lo que provocó colas en muchas sucursales de localidades limítrofes de Aragón. La entidad con sede en Zaragoza llegó a captar solo en dos días unos 700 millones de euros -el objetivo para todo el ejercicio 2017-, tal y como publicó este periódico, una cantidad que se amplió en las jornadas sucesivas hasta finales de diciembre, a pesar de que el entorno se fue normalizando poco a poco. La mayor parte del aumento de recursos de clientes se produjo en cuentas a la vista, aunque también vio un crecimiento en fondos de inversión y seguros de vida. Así, en 2017, mejoró el volumen de dinero gestionado en 2.193 millones, hasta 57.008 millones, es decir, un 4 por ciento. Comisiones al alza De hecho, el ascenso de la actividad en este segmento -sobre todo de la gestora de activos-, es una de las claves de su cuenta de resultados. Los ingresos por comisiones de Ibercaja subieron casi 8 por ciento y permitieron compensar la caída de la facturación por intereses y que su margen bruto avanzara un 3 por ciento. El banco aragonés vio lastrada su cuenta por el coste extraordinario por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ejecutado, que supuso 72 millones de euros. Pero, la entidad obtuvo ingresos adicionales de casi 100 millones por el acuerdo de depositaría firmado con Cecabank y por la buena evolución de la alianza sellada en bancaseguros con Caser. De esta manera, Ibercaja ganó 138 millones, un 3,2 por ciento menos que en 2016. El grupo dirigido por Víctor Iglesias destacó el año "histórico" en patrimonio de fondos de inversión, que le permitió alcanzar una cuota de mercado del 4,7 por ciento, además de transformación digital que ha llevado a cabo, así como la bajada del 13,6 por ciento de sus activos improductivos -morosos y adjudicados-. Para disminuir este tipo de activos, ha aprovechado algunas oportunidades en el mercado mayorista, con la venta de carteras de préstamos deteriorados, y ha acelerado la desinversión de inmuebles de manera individualizada a través de la red de sucursales. Estas ventas crecieron un 9,5 por ciento, según destacó en un comunicado. Además, las entradas de adjudicados descendieron un 15 por ciento. En diciembre Ibercaja terminó el plan estratégico de los últimos tres ejercicios, basado en un empuje de los productos más rentables y en un descenso de la exposición al ladrillo. La entidad tiene previsto poner en marcha la nueva hoja de ruta de en las próximas horas, con el fin de mantenerse como hasta ahora independiente. Ibercaja se ha resistido a protagonizar fusiones y ha mantenido su modelo ligado a su zona de origen sin renunciar a una expansión territorial. Únicamente adquirió Caja 3 para reforzar su poderío en Aragón y aumentar su presencia en Extremadura y Burgos.