FCC rompió en 2017 con cinco ejercicios consecutivos en pérdidas en los que ha acometido una profunda reestructuración y ha logrado rebajar los costes financieros. La compañía que controla Carlos Slim registró un beneficio neto de 118 millones de euros, frente a los números rojos de 161,6 millones de 2016. Los ingresos, no obstante, cayeron el 2,5 por ciento, hasta los 5.802 millones, como consecuencia, principalmente, de la desconsolidación del negocio de cemento de Estados Unidos desde finales de 2016 y, en menor medida, de la fortaleza del euro frente a gran parte de las monedas en las que opera el grupo. FCC rebajó, asimismo, su resultado bruto de explotación (ebitda) el 2,2 por ciento, hasta 815,4 millones. No obstante, los esfuerzos del grupo vieron su recompensa en los márgenes, que crecieron el 14,1 por ciento gracias a la mayor rentabilidad operativa, a las sinergias implantadas entre las distintas divisiones y al aumento de la productividad. La deuda financiera neta se redujo un 0,3 por ciento, hasta 3.579,5 millones. Así, la ratio deuda sobre ebitda alcanzó las 4,3 veces, nivel superior a las 4 veces que se ha fijado para volver a dar dividendos.