La nueva familia mejora su cámara, consumo energético, sonido y animacionesSamsung ha apostado sobre seguro con unos Galaxy S9 y S9+ llamados a convertirse en el smarphone de alta gama más vendido del mundo a partir del próximo 16 de marzo. Siguiendo la tradición familiar, la compañía surcoreana ha subido un escalón en cada de las prestaciones del modelo anterior, tanto dentro como fuera de la carcasa, pero sin propuestas rupturistas que pudieran poner en riesgo el estatus ya alcanzado. El dispositivo conserva el tamaño que la gama de los Galaxy S8, con parecidos precios -849 y 949 euros- e idéntica segmentación de mercado con los modelos S9 de 5,8 pulgadas y el S9+ de 6,2 pulgadas, ambos con pantallas curvadas Quad HD Super Amoled. Pero quien piense que se trata más de lo mismo caerá en error en el instante. Por lo pronto, la cámara alcanza un nuevo techo que eleva el nivel para el resto de sus competidores. Además de disponer de una óptica hasta un 28 por ciento más luminosa que la del S8, el verdadero elemento diferencial reside en la capa de inteligencia que ahora incorpora con su integración con Bixby. A modo de ejemplo, basta con enfocar al suelo para que el equipo indique la ubicación geográfica precisa sobre un mapa. Si el objeto elegido es un alimento, no solo lo identificará sino que apuntará su número aproximado de calorías. Asimismo, la tecnología incluye el modo traducción en tiempo real el texto que aparece en la pantalla. El sensor de la cámara dual principal de los Galaxy S9+ dispone de 12 megapíxeles y una óptica F.2,4 y F: 1,5, mientras que la frontal ofrece 8 megapíxeles. En ambos casos, el equipo incorpora un sistema multiframe que reduce el ruido de las imágenes el 30 por ciento respecto al S8, con una velocidad de reacción cuatro veces mayor que la de su antecesor. Otra de las sorpresas es el modo cámara lenta, con una tecnología capaz de congelar hasta 960 frames por segundo, casi cuatro veces más de lo habital. El dispositivo mejora su procesador de forma notable, ahora con el chip más avanzado del fabricante, dotado de ocho núcleos, de los que cuatro de ellos se destinan a las funciones propias del smarphones los otros cuatro se dedican para mejorar el rendimiento energético. Esa vuelta de tuerca aporta una mayor duración a las baterías de 3.000 y 3.500 miliamperios, ya sean de los dispositivos Galaxy S9 o de S9+. La pantalla infinita de los nuevos Galaxy avanzan en la misma dirección de los modelos precedentes, pero ahora lo hacen con un display completamente negro en la que resulta difícil identificar qué parte corresponde al marco (cada vez más exiguo). Los sensores de la cámara también forman parte de un espejo negro que marca distancias con todo lo anterior. El dispositivo también escamotea los altavoces estéreo, con la tecnología Dolby Atmos. Para los que buscan sorpresas, el efecto wow gira en torno a los emojis personalizados, que no solo convierten al usuario en una animación con un prodigioso parecido con el suejeto, sino que también repiten los gestos y expresiones captadas por la cámara del selfie. Para redondear la jugada, esos emoticonos animados pueden enviarse por cualquier sistema de mensajería instantánea en formato gif. La seguridad es otra de las asignaturas en las que los nuevos Galaxy obtienen la mejor nota, ahora con una nueva versión de Knox, considerada la más fiable del mercado por organismos como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), entre otros.