El banco basa su nuevo plan estratégico a tres años en el crecimiento orgánicoBanco Sabadell se ha marcado un objetivo elevado en su nuevo plan estratégico hasta 2020, que se traduce en un crecimiento medio anual del beneficio del 25 por ciento en estos tres años. Y es que la entidad presidida por Josep Oliu quiere que la rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) alcance el 13 por ciento, y la rentabilidad financiera (ROE) al menos el 10 por ciento, lo que conlleva que la rentabilidad casi se debe duplicar en tres años y el beneficio debería avanzar un 80 por ciento, de los 801,5 millones de 2017 a unos 1.450 en 2020. La entidad pretende conseguirlo de manera orgánica y con avances en todos los negocios, aunque con un foco especial en las pymes, tanto en España como en Reino Unido a través de TSB, donde entrará en este segmento este mismo semestre, una vez culmine la migración de la plataforma tecnológica del banco británico y su desconexión de la de Lloyds, lo que está agendado para el 21-22 de abril o mediados de mayo a más tardar. "Somos líderes en pymes y queremos aprovechar el ciclo para reforzarlo", afirmó ayer Oliu en un en-cuentro con la prensa. El tirón de la economía Ayudado por las buenas perspectivas macroeconómicas en España e internacionales y por la previsible subida de tipos de interés -que calcula para finales de 2019-, además de por la estabilización de la presión regulatoria, Banco Sabadell prevé que su concesión de crédito crezca una media del 5 por ciento anual en España, y del 9 por ciento por año en Reino Unido. Además, en España prevé crecer un 10 por ciento en clientes en estos tres años, cerca del 25 por ciento en nuevo crédito a pymes -ganando cuota de mercado-, el 40 por ciento en nuevas hipotecas, cerca del 30 por ciento en fondos fuera de balance y el 70 por ciento en nueva contratación de seguros. En Reino Unido también se ha marcado como objetivo crecer un 6 por ciento en cuentas corrientes a particulares. Asimismo, continuará impulsando el nuevo banco propio en México, si bien ahora solo representa el 1 por ciento del crédito de Banco Sabadell, y en 2020 será el 2 por ciento. Además de crecer en negocio, el Sabadell pretende aprovechar la tecnología para ganar eficiencia -especialmente en el banco británico- con una inversión de más de 200 millones anuales, y prevé seguir reduciendo los activos dudosos a un ritmo de unos 2.000 millones por año, situándolos por debajo de los 9.000 millones en 2020. Tras el cierre de 250 sucursales en 2017, el nuevo plan no contempla reestructurar más la red de oficinas ni la plantilla. Sí prevé mantener un reparto de dividendo de entre el 45 y el 50 por ciento del resultado, y que la morosidad quede por debajo del 3 por ciento en 2020. El banco espera que la progresión de su crecimiento se vaya acelerando a lo largo del trienio, y su estimación de resultado para 2018 es de 850 millones de euros, según detalló ayer a analistas e inversores en Londres. Con todo, el mercado acogió con frialdad los planes del banco español para 2020, muy superiores a las previsiones medias de los analistas (ver gráfico), y la acción cayó ayer un 3,64 por ciento hasta 1,74 euros. El día cerró en rojo para el Ibex 35 en general, con una caída del 0,55 por ciento. Política catalana El nuevo plan estratégico no estipula afectaciones por la evolución de la situación política catalana, que en octubre llevó a la entidad a mover la sede social a Alicante. Oliu consideró que "parece que se va solucionando" y que ha bajado la probabilidad de un nuevo escenario perjudicial. El banco también confía en un Brexit ordenado. Más allá de los planes de futuro, la consecución de los objetivos de 2017 hizo que la remuneración de los dos máximos directivos de Banco Sabadell creciese el año pasado por los bonus, que no obtuvieron en 2016. El banco logró sus metas en cotización, reducción de dudosos, beneficio y recorte de la morosidad, entre otros parámetros.