La comunidad balear tiene previsto prohibir la entrada de coches diésel al archipiélago a partir de 2025 y de gasolina en 2035, si bien los que estén circulando en las islas podrán seguir activos. Esta novedad aparece en el borrador del anteproyecto de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, texto que afectará a las nuevas matriculaciones dentro de siete años. El objetivo que persigue el Govern balear consiste en que todo el parque automovilístico del archipiélago sea eléctrico en 2050, de ahí la prohibición de entrada de vehículos que no lo sean. Esta medida no afecta a las motocicletas, turismos y furgonetas de diésel y gasolina que ya circulan en el archipiélago, que podrán estar activos hasta el final de su vida útil, pero sí tanto a las nuevas matriculaciones como a los coches de los turistas que quieran llevarlo a las islas. Además, las flotas de vehículos de alquiler deberán incorporar vehículos eléctricos desde 2020 en una proporción que irá desde un 2 por ciento ese año al cien por cien en 2035. Las medidas que incluye la ley están en línea con las iniciativas que van asumiendo otros países y ciudades europeas para combatir la contaminación.