Obtiene 24 millones en 2017, el mismo resultado que un año antes Evo Banco ha cumplido con el ajuste de oficinas que anunció el pasado 31 de octubre y, en tan solo tres meses, ya ha cerrado el 90 por ciento de las sucursales que tenía en toda España. El banco, tras cerrar 39 oficinas, mantiene desde el pasado 2 de febrero solo cinco sucursales en las principales ciudades del país: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla. La entidad anunció su plan de recortes más agresivo bajo el argumento de apostar por la digitalización del banco. En lo que respecta a la plantilla, inicialmente el ajuste propuesto fue del 60 por ciento de la misma para pasar de 450 a 180 empleados. Tras la negociación con los sindicatos, el ERE se cerró con 239 despidos, el 53 por ciento de la plantilla, cuya fecha de salida se extiende hasta final de marzo. Beneficio Evo cerró 2017 con un beneficio de 23,9 millones de euros, prácticamente igual al de un año antes, ejercicio en el que ganó 24,06 millones. El margen financiero creció un 21,51 por ciento, hasta los 174,5 millones, mientras que el margen bruto se elevó un 43,98 por ciento hasta los 289 millones. El grupo superó en 2017 por primera vez el millón de clientes entre su negocio de banca minorista y el de crédito al consumo, siendo éste último el que le aporta el 54 por ciento de la clientela. La inversión crediticia refleja un aumento del 6,62 por ciento, hasta los 2.704 millones de euros. Por otro lado, los depósitos también se elevaron, en este caso en un 4,03 por ciento, hasta los 3.138 millones. El banco realizó en 2017 una desinversión en su cartera hipotecaria inorgánica que le generó un beneficio de 55 millones, compensando los gastos asumidos por la reestructuración del grupo. Por otro lado, Evo invirtió 15,3 millones en innovación y tecnología en 2017 y prevé realizar una inversión de otros 15,7 millones de cara a este año.