Se anotó unas pérdidas de 259 millones tras aplicar saneamientos de 600 millones en el tercer trimestreTal y como se esperaba, Liberbank presentó ayer pérdidas de 259 millones de euros al cierre de 2017 por los saneamientos extraordinarios, de 600 millones, realizados en el tercer trimestre del año, que han permitido alcanzar unas coberturas sobre morosos del 48 por ciento y del 50 por ciento en adjudicados. Según anunció el director financiero, Jesús Ruano, por primera vez en muchos años el banco consiguió subidas en su cartera crediticia. El crédito total se incrementó en un 1,6 por ciento, que llega al 3,5 por ciento si se excluye el sector público. El stock hipotecario aumentó un 1,7 por ciento, mientras el resto de préstamos a familias lo hizo en un 9,9 por ciento, y el de empresas (excluyendo inmobiliario y promotor) subió el 9,1 por ciento. Para el próximo año, la entidad espera que crezca a ritmos del 5 por ciento, uno de los factores con los que espera mejoras en su margen de intereses. Otro motivo para esperar fortalecer el margen, según explicó la entidad, es que los tipos aplicados a los préstamos suben por la evolución del mix. Durante el año pasado, el margen de intereses se estabilizó a partir del segundo trimestre, si bien acabó el año con una merma del 10,7 por ciento. Según explicó el consejero delegado, Manuel Menéndez, esta estabilización, además de por una mayor actividad comercial, viene influida por el recorte en los activos improductivos del banco. El ejercicio acaba rozando el objetivo de bajar al 18 por ciento el peso de estos activos sobre los totales, y se reafirmó en que el porcentaje baje del 12,5 por ciento al final de 2018. Otro objetivo cumplido fue el de rebajar a menos del 9 por ciento (8,6 por ciento), la morosidad, lo que también sitúa la entidad, después de muchos ejercicios, en la media del sector. Aunque las salidas de adjudicados sumaron más de 1.200 millones en 2017, tanto por las ventas minoristas como la de la cartera de 617 millones, el saldo neto se limita a una reducción de 495 millones, ya que se registró una entrada de adjudicados por valor de 665 millones durante el ejercicio. El acuerdo con Haya Real Estate para gestionar los adjudicados, según explicaron ayer los responsables del banco, aún no ha cogido velocidad, por lo que esperan que durante este ejercicio se intensifiquen las ventas minoristas. Tampoco renuncian a hacer operaciones con carteras, pero no prevén que alcance el volumen de la adjudicada a Bain Capital y Oceanwood. Por el lado del pasivo, la suma de depósitos y fondos de inversión experimentó un retroceso del 3,8 por ciento, lo que equivale a 956 millones de euros. En cuanto al capital, el CET 1 fully loaded se sitúa en 11,9 por ciento, una décima por debajo de lo anunciado. Si bien, según explicó, se compensará este año por un menor impacto de la normativa IFRS 9. Si hace meses se calculaba un impacto cercano a los 30 puntos básicos, ahora se prevé de solo 10 puntos básicos. Las acciones terminaron la sesión en 0,47 euros, tras subir el 9,05 por ciento. Esta alza fue la tercera más fuerte de todo el mercado continuo y el precio de cierre, el más alto desde finales de noviembre.