Será un servicio sin cafetería y menos tripulación que unirá Atocha y El Prat Renfe lanza EVA, un nuevo servicio de alta velocidad y bajo coste con el que espera robar hasta 1 millón de viajeros al coche y al autobús en la ruta Madrid-Barcelona. El producto, que se pondrá en marcha en los primeros meses de 2019, está especialmente dirigido a grupos pequeños, jóvenes y familias que, según Fomento, son los que "todavía hoy apuestan por el coche para viajar". "El target es la población que opta por la carretera y el transporte colaborativo para viajar por lo que existe un mercado potencial de más de 170 millones de viajes al año", asegura Renfe. Para atraer a la alta velocidad a este nuevo tipo de cliente, el operador ferroviario ofrecerá un servicio más básico basado en las nuevas tecnologías y la digitalización que le permitirá rebajar el precio de los billetes entre un 20 y un 25 por ciento con respecto a los del AVE, que cuestan entre 100 y 160 euros en función del horario. Renfe todavía no ha terminado de perfilar todos los detalles del nuevo producto, pero si que ha establecido unos ejes básicos que le permiten prometer tarifas low cost. En primer lugar, la base de operaciones del tren será El Prat, por lo que no llegará a Sants, la estación que está en el centro de la Ciudad Condal. Así, el pasajero que opte por esta modalidad tendrá que coger otro medio de transporte (cercanías, taxi, bus, metro...) para llegar al centro de la ciudad una vez se baje del EVA en la estación del aeropuerto catalán. Así, la ruta que hará el nuevo tren será El Prat-Camp de Tarragona-Madrid Puerta de Atocha, por lo que, en principio, tampoco parará en Zaragoza. El AVE low cost tendrá cinco frecuencias al día (en ambas direcciones) pero todavía no se ha establecido si se sumarán las 25 diarias que opera actualmente el operador o sustituirán algunas. A su vez, el tren de alta velocidad tendrá una composición distinta al actual por lo que se modificará el interior de los vagones de los Talgo que realizan la ruta, a la espera de que llegue la primera remesa de los nuevos trenes comprados a la firma a partir de 2020. En concreto, los trenes, que sí que contarán con servicio de WiFi, llegarán a tener una capacidad para 521 pasajeros, un 30 por ciento más que los actuales. La clase turista tendrá una composición de cinco asientos por fila (3+2) y preferente tendrá cuatro plazas por fila. En esta línea, el convoy no tendrá una cafetería y reducirá el personal a bordo, lo que permite ahorrar costes. En su lugar habrá una máquina de vending. A su vez, se está pensando en crear espacios temáticos como un coche guardería, salas de reuniones, o vagones para grupos, cuyo acceso se cobraría aparte. También baraja cobrar por cada servicio adicional que el viajero solicite, como catering, ir en el coche del silencio, o tener espacio para la mascota, por lo que la estructura de las tarifas se asemeja cada vez más a las de las compañías aéreas de bajo coste. Otro punto con el que Renfe reduce gastos es la eliminación del billete físico. "Este servicio aportará valor añadido en un nuevo concepto de tren que se adaptará a las necesidades de cada viajero y que tendrá como rasgos la intermodalidad, la velocidad, la digitalización y la sostenibilidad", aseguró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en la presentación de EVA.