Hay ocho expedientes abiertos y en dos de elllos ya se ha certificado la contratación fraudulentaLas empresas dicen que no pueden contratar a los repartidores porque el negocio sería inviableLa Inspección de Trabajo estrecha el cerco a las plataformas online de reparto de comida a domicilio como Deliveroo oGlovo. Tras la resolución de los dos primeros expedientes contra la compañía británica en Valencia y Madrid al haber acreditado que sus repartidores autónomos tienen en realidad una relación laboral, hay ahora más de media docena de inspecciones nuevas en marcha por toda España. Los inspectores están solicitando documentación y reuniéndose así con los trabajadores tanto de Deliveroo como de Glovo en ciudades como Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, La Coruña, Alicante o Gijón. La investigación podría extenderse también en breve a Stuart y Uber Eats, que ha sido la última en España, puesto que los sindicatos han presentado ya denuncias contra ellas. Inmerso en su próximo desembarco en Barcelona, el director general de Uber Eats, Manel Puig, dejó muy clara la semana pasada cuál es su postura sobre el modelo laboral de su negocio al asegurar en una entrevista con La Vanguardia que "su tuviéramos que contratar trabajadores no existiríamos". Aunque desde el ministerio de Empleo y Seguridad Social declinan hacer ningún tipo de comentario sobre las inspecciones, las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que el Gobierno está dispuesto a actuar hasta donde haga falta para impedir el empleo de falsos autónomos. Así, el Ejecutivo va a ir plaza por plaza tratando de frenar las "prácticas discriminatorias" que suponen las nuevas relaciones laborales surgidas tras el auge de las plataformas y que van "contra las formas de trabajo estables, en las que el trabajador goza de la debida protección, y asegurar una tributación equitativa", tal y como defendió Hacienda en el BOE. Entre otras cosas, los inspectores están reclamando a los riders o repartidores los contratos suscritos con Roodfoods Spain, que es la sociedad que está detrás de Deliveroo; las facturas emitidas a la misma y una relación de todos los trabajos realizados como autónomos desde 2015. A su vez, la misiva enviada en nombre del Ministerio de Empleo viene acompañada de un formulario que el trabajador debe rellenar antes de acudir a la entrevista con los inspectores, que en Barcelona empezaron hace unas semana,s a pesar de que el sindicato Riders x derechos puso una denuncia en mayo de 2017. La carta alerta de que si los trabajadores no colaboran pueden incurrir en un "acto de obstrucción", sancionable con una multa de 6.250 euros Así, la inspección busca averiguar hasta qué punto Deliveroo tiene el control sobre el trabajo que realizan sus autónomos. Es decir, si fija el horario, la jornada o la zona de actuación; si marca los salarios y penaliza de alguna manera el rechazo de un servicio o el incumplimiento de un horario; o si obliga a los autónomos a utilizar elemento identificativos con el logo de Deliveroo. Y es que, se están buscando indicios de relación laboral que ya fueron señalados por la inspección de trabajo de Valencia. Esta fue la primera en determinar que los repartidores de la plataforma son "trabajadores por cuenta ajena" y no autónomos y, por lo tanto, en emitir acta de liquidación de los todos los riders que operan con Deliveroo en la zona por no pagar su cotización de la Seguridad Social. "Sabemos lo que haces" "El inspector determina que los riders están totalmente subordinados a la empresa. La verdad es que da miedo cuando lees la resolución: es el Gran Hermano del siglo XXI", asegura Adrián Todolí, doctor en derecho, abogado, economista y autor del libro El trabajo en la era de la economía colaborativa, en un análisis publicado sobre la resolución de la Inspección de Valencia. Por ejemplo, el inspector acredita que la empresa controla cuánto tardan los riders en realizar los repartos y les insta a mejorar los tiempos a través de la aplicación. "Sabemos que has recogido el pedido pero vemos que no te mueves, ponte en movimiento!", reza alguno de los mensajes enviados por la compañía. A su vez, Deliveroo controla que los trabajadores están en la zona adecuada y cumplen su horario bajo amenazadas de "sanción grave". Una de las claves del acta es que el inspector señala que los riders están a la merced de la empresa, reciben formación concreta y que el medio de producción del negocio no es la bicicleta o la moto si no la plataforma digital. Este punto es importante ya que las conclusiones se pueden extender a todos los negocios basados en plataformas virtuales, tal y como alegó el Tribunal de la Unión Europa al definir a Uber como una empresa de transporte, ya que es la generadora de la oferta y la demanda. Glovo no ha querido pronunciarse sobre la oleada de investigaciones abiertas por Empleo mientras que Deliveroo ha asegurado que recurrirá el acta ante la justicia. "La Inspección de Trabajo ha presentado una propuesta basada en un modelo de relación con riders que ya no está vigente en España", explicó un portavoz de la plataforma. "La compañía confía en que se demuestre la condición de autónomos de los riders, como así lo han manifestado sentencias recientes en el Reino Unido y Francia, en las que se ha avalado que los riders que colaboran con Deliveroo son autónomos", apuntó un portavoz.