La patronal apuesta por mejorar algunas partidas del sistema, sin "grandes revoluciones"Los españoles contribuyeron "con el sudor de su frente" al rescate de la banca y lo "justo" es que ahora sean los bancos quienes ayuden a sostener el sistema de pensiones. Con este argumento, el líder socialista, Pedro Sánchez, anunció su propuesta para crear un impuesto a las entidades financieras destinado a reducir el déficit de la Seguridad Social. La iniciativa, que acerca al PSOE a Podemos, tendría sin embargo un efecto contraproducente: se reduciría el crédito que otorgan las entidades afectadas a las familias y a las empresas, afectando a la actividad empresarial y, por lo tanto, a la creación de empleo. Por este motivo, la patronal rechaza gravar más a las empresas, en un momento en el que nuestro país crea empleo a un ritmo superior al medio millón de puestos de trabajo cada año. "Elevar los costes a los empresarios tendría un impacto importante en la senda de creación de empleo", advierte la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). En la patronal son conscientes de que la recaudación por cotizaciones a la Seguridad Social crece a un ritmo superior a la afiliación e incluso al Producto Interior Bruto (PIB) -5,4 por ciento en noviembre de 2017, último dato disponible- pero no olvidan que el sistema todavía acumula un déficit próximo a los 18.000 millones de euros. Por ello, el director de relaciones laborales de CEOE, Jordi García Viña, advierte de que "no podemos incrementar el coste respecto al empleo, que aporta a las arcas públicas 8.500 millones de euros cada mes". Más aún cuando el gasto en pensiones roza ya los 9.000 millones de euros mensuales. "Es evidente que tenemos un problema de desequilibrio financiero", afirma este miembro de la patronal que participa en la mesa de diálogo sobre las pensiones que mantiene abierta el Gobierno con los interlocutores sociales. "El régimen general es muy solidario, pero los especiales no lo son tanto", dice García Viña, para quien "no hacen falta grandes revoluciones, sino mejorar algunas partidas". Es la alternativa que plantea a las propuestas de PSOE y Podemos, que, por contra, sí fueron bien recibidas por los sindicatos UGT y CCOO como punto de partida para el debate y el consenso dentro del diálogo social y del Pacto de Toledo.